Los ladrones se aprovechan de los padres. Si antes parecía que los hijos tenían el teléfono roto, ahora se ha estropeado el coche. Un cebo fácil para robar dinero y un nuevo timo que circula a través de la mensajería instantánea.
Los mensajes van dirigidos a una madre, sin el nombre de los hijos y desde otro teléfono. Un tipo de phishing que llega por SMS o correo electrónico.
Para evitar este tipo de estafas, es fundamental asegurar que los remitentes sean legítimos y es importante tener especial cuidado con los enlaces sospechosos. Además, no se deben usar equipos públicos o terceras personas para acceder a aplicaciones, redes sociales o cuentas personales.
En los casos de ciberdelincuencia, suelen pedir al usuario datos personales, nombres de las personas de tu grupo familiar, datos financieros con números de tarjetas de crédito e información que puede ser utilizada para este tipo de delitos.