El titular de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha presentado en el Consejo de Ministros extraordinario un informe de progreso anual y actualización del cuadro macroeconómico, que hoy se remitirá a la Comisión Europea. El documento incorpora las primeras estimaciones de impacto de la política arancelaria de Estados Unidos.
El ministro ha destacado que, pese al enorme, complicado e incierto contexto geopolítico internacional y a los sucesivos acontecimientos que han afectado a la economía en los últimos meses, como la DANA, el conflicto arancelario y el corte de suministro eléctrico del lunes pasado, las perspectivas para los próximos cuatro años son favorables y el crecimiento promedio estará por encima del 2,2% entre 2025 y 2026. "La economía española mantiene su dinamismo y continuará liderando el crecimiento entre las principales economías de la zona euro", ha remarcado.
Este dinamismo, ha argumentado Cuerpo, permite al Gobierno mantener la previsión de crecimiento económico para 2025 en el 2,6%, así como el crecimiento del empleo. Los datos de la Encuesta de Población Activa correspondientes al primer trimestre del año confirman que hay 520.000 nuevos ocupados y que se han superado por primera vez los 22 millones, en términos desestacionalizados, según ha indicado el ministro. Además, ha dicho, el empleo es de mayor calidad y se ha reducido la temporalidad hasta situarse en torno al 15%, en guarismos europeos.
El Ejecutivo mantiene así su proyección de creación de unos 480.000 empleos de promedio anual en los próximos cuatro años, lo que permitirá reducir la tasa de paro por debajo del 10% en el año 2026 y por debajo del 9% a finales del año 2028. A juicio del ministro, es una "cifra cercana al pleno empleo y estaría a la altura de las mejores cifras que vivimos en pleno boom de la construcción, en el anterior en el anterior ciclo económico expansivo, pero ahora conseguidas sin desequilibrios macroeconómicos, sino de manera estructural y permanente".
Carlos Cuerpo ha trasladado que el crecimiento del empleo vendrá acompañado de un aumento progresivo de salarios por encima de los precios, lo que supone una mejora del poder adquisitivo de los ciudadanos, como está sucediendo en los últimos años.