El precio de los carburantes continúa su ascenso en este inicio de 2025, alcanzando nuevos máximos desde el verano de 2024. En la última semana, el precio medio del litro de diésel ha subido un 0,83%, alcanzando los 1.454 euros, su nivel más alto desde mediados de agosto del año pasado. Por su parte, la gasolina ha experimentado un aumento del 0,72%, alcanzando los 1.536 euros por litro, lo que representa su precio más alto desde principios de septiembre.
Este repunte se produce en un contexto marcado por el fin de las vacaciones de Navidad, cuando la demanda de carburantes suele aumentar debido a los desplazamientos y la reactivación de la actividad laboral. A pesar de las últimas subidas, los precios de los carburantes siguen siendo más bajos que antes de la invasión de Ucrania, en febrero de 2022. En ese entonces, el litro de diésel se encontraba en 1.479 euros y la gasolina en 1.591 euros.
A pesar de la reciente subida, llenar un depósito de 55 litros de diésel cuesta actualmente unos 79,97 euros, casi dos euros menos que en las mismas fechas del año pasado, cuando el coste ascendía a 81,95 euros. Para los vehículos de gasolina, llenar el depósito tiene un coste de unos 84,48 euros, 0,22 euros menos que a finales de 2023.
A pesar de las subidas recientes, los precios de los carburantes se mantienen por debajo de los niveles previos al estallido de la guerra de Ucrania. En el verano de 2022, los precios alcanzaron máximos históricos, con la gasolina llegando a los 2.141 euros por litro y el diésel a 2,1 euros.
En comparación con los medios europeos, los precios en España siguen siendo más baratos. La gasolina en la Unión Europea alcanza un precio medio de 1.678 euros por litro, mientras que en España se mantiene en 1.536 euros. En cuanto al diésel, el precio en España es también inferior al promedio de la UE, que se sitúa en 1.595 euros.
El aumento de los precios se debe a diversos factores, como la cotización del crudo, los impuestos y los márgenes de las gasolinas. Sin embargo, a pesar de las subidas, los precios continúan siendo mucho más bajos que en los picos históricos alcanzados en 2022, lo que ofrece cierto alivio a los conductores en medio del encarecimiento de los carburantes.