En el acto, los ediles y representantes municipales han censurado el abandono del Gobierno con los entes locales—“es el Ejecutivo más anti municipalista de la historia”--, han exigido la habilitación de un sistema de ayudas con un fondo de 4.000 millones por la crisis derivada del covid y otro de 1.000 millones destinado específicamente al transporte público.
Además, han exigido, siguiendo las reivindicaciones realizadas desde la FEMP, que el porcentaje destinado a los ayuntamientos de los fondos europeos sea del 14,16%, que es el equivalente al gasto local en España respecto del gasto público total, y no del 4,2% como pretende el Ejecutivo. “El dinero no es del Gobierno, es de los españoles. Hay que sacarlo de los despachos de La Moncloa y llevarlo a pie de calle”.
Tras los continuos rechazos del Gobierno a las reivindicaciones de los municipios—la ministra María Jesús Montero no se ha molestado ni siquiera en responder a dos cartas que le fueron remitidas por alcaldes de las grandes ciudades de todo signo político-- los ediles del PP han anunciado que han pedido el amparo institucional tanto de la presidenta de la Comisión Europea como del presidente del Comité de Regiones para que obligue a Sánchez “a atenerse a criterios de justicia” para hacer que rectifique “esa mala política del reparto de ayudas de la UE”. Se trata de conseguir que las entidades locales reciban el adecuado trato que merecen por parte del Gobierno. “Por eso estamos hoy aquí, para defender ante cualquier instancia el municipalismo y los intereses de nuestros vecinos”
Previamente, y antes de partir andando hasta la sede del Ministerio de Hacienda, el presidente del PP, Pablo Casado, se ha fotografiado en la escalinata del Congreso de los Diputados, junto con la portavoz del PP, Cuca Gamarra, con todos los representantes municipales del partido que han venido a Madrid para asistir a la lectura de este manifiesto.
MANIFIESTO AL COMPLETO
Amigos, compañeros. Hoy estamos aquí alcaldes y concejales venidos de todas partes de España para reclamar lo que es de justicia. Para exigir lo que se nos ha negado sin motivo durante mucho tiempo: los recursos que necesitamos para hacer frente al impacto del Covid-19, recursos que se merecen nuestros vecinos y vecinas y que el Gobierno de Pedro Sánchez les lleva negando sistemáticamente desde el comienzo de la pandemia. Sánchez ha tratado siempre esta pandemia como una oportunidad personal y no como una emergencia nacional. Y su maltrato a los ayuntamientos no es una excepción. A diferencia de lo que ocurre en otros países europeos, los ayuntamientos de España están haciendo frente a la crisis socioeconómica generada por la Covid en solitario, abandonados y castigados, según su conveniencia, por el Gobierno de la nación más anti municipalista de la historia. Esa es la triste realidad, el retrato moral del Gobierno: a pesar de las enormes dificultades que estamos atravesando, no hemos recibido un solo euro del Gobierno central. Los gobiernos municipales estamos en primera línea de incidencia de la pandemia. Son nuestros municipios y sus habitantes los que afrontan, tanto el daño terrible de la enfermedad en los pacientes y sus familias, como las duras repercusiones de la enfermedad en el tejido social, la actividad económica y la prestación de servicios públicos esenciales como el transporte, la seguridad pública o la asistencia social, muchas veces asumiendo competencias impropias.
Lo que se ha vaciado son las calles y plazas de España, no La Moncloa; pero los recursos siguen en La Moncloa y no llegan ni a las calles ni a las plazas. Las entidades locales somos la administración más cercana a la ciudadanía, la primera puerta donde nuestros vecinos acuden legítimamente para plantear sus necesidades y buscar ayuda y soluciones. Lo asumimos como un deber y nos alegra que se nos vea así, como la Administración cercana dispuesta a ayudar en los momentos difíciles. Pero el Gobierno nos quiere convertir en gestores mudos y obedientes de las medidas unilaterales y equivocadas adoptadas por él, cuando lo que se necesita en estas circunstancias excepcionales es coordinación, empatía y lealtad entre instituciones. Las competencias no existen para dignificar a quien las ejerce, están para dignificar la vida de los ciudadanos. Un ejemplo: cuando la gestión del Ingreso Mínimo Vital fracasa, porque no hacen caso, y llega tarde y a muchas menos personas de las que debería, somos los ayuntamientos los que ofrecemos la indispensable cobertura social duplicando los recursos propios que destinamos a ayudas de urgente necesidad para facilitar algo tan básico como la alimentación o la vivienda. Los ayuntamientos hemos sido una auténtica red de seguridad frente a la inacción del Gobierno.
El esfuerzo financiero municipal en esa gestión anti Covid se está haciendo a pulso, por responsabilidad cívica, por compromiso ciudadano con nuestros vecinos, y exclusivamente con recursos propios, en unas circunstancias dramáticas que han mermado los ingresos y han aumentado los gastos de manera inédita, y que han tensionado los presupuestos hasta el límite e incluso más que eso. Los ayuntamientos necesitamos urgentemente recursos estatales y europeos para poder continuar prestando a nuestros vecinos los servicios y medidas anti COVID que necesitan y para poder colaborar en la imprescindible reactivación de la economía. Necesitamos contar con la atención del Gobierno de la nación, dejar de ser los invisibles de esta crisis: cada vez que el Gobierno habla de escudo social, habla de los ayuntamientos; cada vez que habla de comportamiento cívico ejemplar, habla de los ayuntamientos; cada vez que habla de solidaridad, habla de los ayuntamientos; cada vez que habla de vigilancia, control y disuasión, habla de los ayuntamientos; cada vez que habla de poner la sociedad de nuevo en marcha, está hablando de lo que hacemos los ayuntamientos. Y por eso, cada vez que el Gobierno de España hable de recursos debe empezar a hablar de los ayuntamientos y con los ayuntamientos.
Debemos disponer de recursos suficientes y pronto, que nos permitan seguir dando respuestas eficientes a los problemas que ha generado el coronavirus y, muy especialmente, la financiación de las necesarias medidas de recuperación. Se nos ha pedido que aguantáramos la respiración durante más de un año, y lo hemos hecho; pero no nos vamos a dejar asfixiar a mayor gloria de Pedro Sánchez. Hasta ahora únicamente hemos recibido por parte del Gobierno de Sánchez el rechazo continuo a nuestras peticiones, aunque se hayan formulado por unanimidad en el seno de la Federación Española de Municipios y Provincias y hayan sido reclamadas varias veces en encuentros de alcaldes de formaciones de las ideologías más diversas. Resulta especialmente indignante que la ministra de Hacienda ni siquiera se haya dignado en responder a las dos cartas que le fueron remitidas por alcaldes de grandes ciudades de todo signo político para exponerle nuestros problemas y necesidades. Por todo ello, una vez más, exigimos el cumplimiento de las dos reivindicaciones que se han venido pidiendo unánimemente desde la FEMP y desde otros foros municipalistas
1- La habilitación de un sistema de ayudas para todos los ayuntamientos, que permita hacer frente a las dificultades económicas ocasionadas por la crisis del coronavirus, con especial referencia a un fondo incondicionado de 4.000 millones y a otro de 1.000 millones destinado específicamente al transporte público. Poner en marcha España empieza por poner en marcha el transporte público de nuestras ciudades. 2- La participación de las entidades locales en los fondos europeos de recuperación en porcentaje mínimo del 14,16%, que es el equivalente al gasto local en España respecto del gasto público total en el país. Así se recogió el 22 de mayo de 2020 en el documento “Pilares locales para la reactivación económica y social de la Administración local” y, a pesar de ello, el Gobierno de Sánchez sólo contempla una participación absolutamente insuficiente del 4,2%. La pandemia no puede ser para el Gobierno una oportunidad de alterar los equilibrios territoriales e institucionales, ni una fuente de financiación extra a costa de los ayuntamientos. El dinero no es del Gobierno, es de los españoles, hay que sacarlo de los despachos de Moncloa y hacerlo llegar a pie de calle. Para ello, hemos puesto en conocimiento de la presidenta de la Comisión Europea y del presidente del Comité de las Regiones la errónea decisión del Gobierno, hemos solicitado su amparo institucional para hacer que -una vez más- Europa obligue a Sánchez a atenerse a criterios de justicia, hacer que rectifique esa mala política del reparto de las ayudas de la Unión Europea en España y lograr que las entidades locales recibamos un trato adecuado que beneficie al conjunto de nuestra nación y de Europa. Europa no ha concedido un cheque en blanco al Gobierno, y no vamos a permitir que el Gobierno se comporte como si fuera así. Para eso estamos hoy aquí, para defender ante cualquier instancia el municipalismo y los intereses de nuestros vecinos.
Y aquí estamos los alcaldes que defendemos en España a todos nuestros vecinos. Reivindicamos el valor del papel fundamental que han jugado todos los ayuntamientos en la gestión de la crisis sanitaria y económica ocasionada por el coronavirus, independientemente de su color político o de su situación económica. Ante este desafío extraordinario, que sin duda está marcando nuestras vidas y que se ha llevado las de tantos españoles a quienes siempre recordaremos, queremos potenciar nuestro papel decisivo al servicio de nuestros vecinos. Es nuestra obligación estar a la altura de sus necesidades y sus demandas, prestando especial atención a las personas más vulnerables y a los sectores más perjudicados por el impacto económico.
Igualmente, debemos estar alerta para ayudar en todo lo posible a las personas que perderán el empleo a causa de esta crisis y para alentar la recuperación del tejido productivo, cuidando sobre todo a los autónomos y a las pequeñas y medianas empresas para intentar recuperar la normalidad cuanto antes. En esos objetivos llevamos peleando en solitario 15 meses. No sé a qué velocidad han pasado estos 15 meses en La Moncloa, pero todos los que estamos aquí sabemos muy bien que en nuestros ayuntamientos han pasado muy despacio y se nos han hecho extraordinariamente largos. No vamos a cejar en ese empeño, y para ello necesitamos voz y fondos. Voz y recursos. Es decir, necesitamos respeto a lo que somos, a lo que hacemos y a lo que necesitamos. Sólo pedimos recursos para nuestros vecinos a quien tiene la obligación de dárselos, para que podamos seguir afrontando como ciudades y como sociedad esta situación inédita y extraordinariamente compleja. Nadie nos puede sustituir, y precisamente por eso, nadie nos puede ignorar ni mucho menos menospreciar.
La crisis y sus efectos persisten y nos toca seguir peleando. No podemos hacerlo con una mano atada a la espalda. España solo saldrá de esta durísima prueba con más fuerza y mirará el futuro con más esperanza si recuperamos la lealtad institucional y los municipios reciben el trato que merecen. Lo que no empiece en los municipios, no empezará en ningún sitio.
