No fue un concierto al uso sino una exposición del entorno ciudadano cantado desde lo profundo e interpretado magistralmente desde el inicio hasta el final por los seis músicos que hoy dejaron al Ramos con una gran necesidad de volver a escucharlos.
Pamplonicas o pamploneses los integrantes dieron un gran espectáculo que se queda corto por las ganas de escuchar más que no por la estupenda relación tiempo, espacio, momentos de este gran grupo que forman los Suakai. Un espectáculo que llevan en su gira de este año y que por donde van triunfan. La noche se hace día, el otoño verano y las melodías perfectamente intercaladas dan una de son y otra de canción. Violonchelo impecable, violín increíble guitarra virtuosa y un gran bajo que deja escuchar y escucharse, y por supuesto una gran batería que percusiona en el momento justo hasta con la dulzura incluso. Nada que no se complemente con una voz que solo hay que sentirla cerca del oído para que en ingles, castellano o euskera de el punto justo a una perfecta puesta en escena, sencilla, con lo justo, con el espacio y el tiempo como compañeros además de la luz y de la caída de las hojas del otoño, la luz de la luna llena o el abrigo de melodías y voces que recitan verdades y momentos.
Eso es a groso modo lo que se han podido encontrar los que hoy han disfrutado con una forma diferente de ver los tiempos, los espacios, las ciudades, en un "On the Rocks" que empalma la vida con el saber hacer, estar, tocar y cantar de estos músicos que sorprenden y dan un gran espectáculo digno de volver a ver, sobre todo para centrar cada momento en un estadio de la vida que la hay y que los hay.
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