El torero zamorano y el novilero medinense ofrecen una lección magistral en Pozaldez.
El torero zamorano Alberto Durán y el novillero vallisoletano Borja Serrano, ganador de la última edición del Bolsín Taurino Tierras de Zamora, han ofrecido esta mañana una lección magistral de toreo para niños en Pozaldez (Valladolid), dentro de las actividades que organiza anualmente el medinense José Félix Salgado bajo el epígrafe #SíALosNiñosEnLosToros dirigida por la periodista Ana Pedrero.
Más de una veintena de niños, algunos de muy corta edad, han seguido atentamente las indicaciones del diestro de Villamor de los Escuderos y del novillero de Medina del Campo, quienes les han explicado la función del capote y de la muleta y han ilustrado con diferentes lances, quites y remates sus explicaciones, interpretando verónicas, chicuelinas, serpentinas, largas, medias, derechazos, naturales, trincheras y pases de pecho ante un alumnado que cogía con ilusión los trastos y se dejaba guiar por los maestros, todo un lujo, citando a un carretón que embestía por derecho pero al que tampoco se le podía perder la cara.
Destacaba por su desparpajo y modos toreros Álvaro, alumno de la Escuela de Medina, a quien el toreo, el duende, la afición, el sueño ya le corre por las venas, en sus andares, en sus gestos.
Niños aficionados como Diego, como Iker, Noel o las pequeñas Paula o Alba, que no levantan un palmo del sueño y que incluso salían al "ruedo" con chupete, han cogido con sus manos pequeñas los trastos de torear intentando emular a sus grandes maestros, que hacían las veces de carretón disfrutando tanto o más que su alumnado.
Ante un público entregado que animaba a los pequeños toreros y aplaudía la pulcra ejecución de los lances de los profesionales, en Pozaldez se ha hecho cierto el milagro del toreo desde la base, desde la ilusión de la infancia, allá donde nace, donde se comenta todo, desde la normalización de la tauromaquia en un pueblo con larga tradición taurina que anoche mismo vivía uno de sus encierros.
En la calle, como un juego, como siempre hicieron los niños que soñaban con ser toreros, que soñaban el toreo a cielo raso en una sociedad libre de prejuicios y respetuosa con la libertad de los demás, en Pozaldez hoy ha sido posible ese milagro, ese misterio, ese juego eterno del toreo de la mano de Alberto Durán y Borja Serrano en una jornada que los pequeños recordarán como el día en que sintieron en sus manos la verdad, el camino del toro.
Quién sabe si alguno de esos niños se cruzarán con ellos en alguna plaza el día de mañana.
GALERÍA (Fotos: Fermín Rodríguez)