El rey Felipe VI y la reina Letizia han estado presentes este viernes en la Plaza de San Pedro para despedir al papa Francisco en un funeral que ha reunido a líderes de todo el mundo. La ceremonia, celebrada en la Ciudad del Vaticano, ha contado con la asistencia de miles de fieles que han querido rendir homenaje al Pontífice, fallecido el pasado lunes 21 de abril a los 88 años a causa de un derrame cerebral.
La jornada ha comenzado temprano para los Reyes, que anoche llegaron a Roma y esta mañana, en un encuentro íntimo, se han acercado hasta la Basílica de San Pedro para presentar sus respetos ante el féretro de Jorge Mario Bergoglio. Posteriormente, junto a la delegación española, se han desplazado hasta la plaza donde ha tenido lugar el solemne acto fúnebre.
Doña Letizia, respetando el luto riguroso, ha lucido un vestido negro, mantilla y un broche de perlas perteneciente a la reina Victoria Eugenia. La Reina ha acompañado al monarca en un funeral que ha destacado por su sobriedad, tal y como deseaba el propio Francisco, contrario a las ceremonias cargadas de lujo.
Las delegaciones oficiales, organizadas en orden alfabético en francés, han situado a España entre Ecuador y Estonia. Detrás de los Reyes, han ocupado su lugar las vicepresidentas María Jesús Montero y Yolanda Díaz, así como el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo.
Antes del inicio de la ceremonia, don Felipe y doña Letizia han saludado a varios de los asistentes que les rodeaban, entre ellos el expresidente estadounidense Donald Trump y su esposa, Melania Trump. El funeral, considerado el más multitudinario de la historia papal, ha reunido a representantes de numerosas casas reales y mandatarios de todo el planeta.
