La Capilla Sixtina del Vaticano ya cuenta con la chimenea que dará a conocer al mundo el resultado del cónclave que elegirá al sucesor de Francisco. Los bomberos fueron los encargados de su instalación, asegurando que todo esté listo para el inicio del cónclave, previsto para el próximo 7 de mayo.
La famosa "fumata", el humo que se emite desde la chimenea, será el medio mediante el cual se anunciará la elección del nuevo papa. El humo blanco indicará que los cardenales han llegado a un consenso sobre quién será el próximo pontífice de Roma, mientras que el humo negro, que se produce al quemar las papeletas sin acuerdo, será un señal de que no se ha elegido aún al sucesor de Francisco.
Se espera que, incluso antes del inicio del cónclave, se realicen algunas pruebas para verificar que la chimenea funcione correctamente. La instalación de este mecanismo es un paso clave en la preparación del proceso electoral, que contará con la participación de 133 cardenales menores de 80 años. Estos purpurados, reunidos bajo la majestuosidad del Juicio Universal de Miguel Ángel, serán los encargados de votar por el nuevo papa.
La Capilla Sixtina, cerrada al público desde el pasado lunes, se ha preparado para recibir a los cardenales, con mesas y bancos dispuestos para los debates y votaciones. A medida que se lleven a cabo las votaciones, se quemarán las papeletas, produciendo las famosas "fumatas", que han sido una tradición durante siglos para comunicar al mundo los avances del cónclave.
El humo blanco, que se obtiene mediante una mezcla especial de sustancias químicas, será la señal que anunciará la elección del nuevo papa. Para que esto suceda, el candidato debe obtener dos tercios de los votos, lo que en esta ocasión significa un total de 89 votos.
