A falta de casi un mes para la llegada de la Navidad y más de seis semanas para el Día de Reyes, los supermercados han comenzado a ofrecer en sus estanterías el tradicional roscón de Reyes. Esta popular masa dulce, que normalmente se consume el 6 de enero para conmemorar la Epifanía, se ha adelantado este año, uniéndose a la ya habitual presencia de productos navideños como los turrones, polvorones y mazapanes, que desde finales de octubre decoran las tiendas.
El roscón, en sus variadas presentaciones, se adapta a todos los gustos: los consumidores pueden elegir entre opciones rellenas de nata, crema, trufa, así como versiones mixtas o sin relleno, para los más clásicos. La anticipación en la venta de este dulce ha suscitado opiniones divididas entre los compradores. Mientras algunos celebran la posibilidad de disfrutarlo antes de las fiestas, otros consideran que el espíritu navideño llega demasiado pronto a las tiendas, restando a la tradición su especial carácter de temporada.
En cualquier caso, la iniciativa de los supermercados parece responder a una demanda cada vez más flexible, que prioriza la variedad y la disponibilidad de los productos típicos de estas fechas.
