Zamora ha vivido una tarde de contrastes climáticos este miércoles, cuando una intensa tormenta sorprendió a vecinos y visitantes con fuertes lluvias y ráfagas de viento a principios de la tarde. Aunque el temporal generó momentos de alerta, la situación mejoró rápidamente, dando paso a un cielo despejado en cuestión de minutos.
El cambio de clima trajo consigo una inesperada recompensa visual: un arco iris que se extendió sobre varios puntos de la ciudad, creando estampas que muchos zamoranos capturaron en sus cámaras. El fenómeno fue visible desde numerosos rincones de la ciudad y generó una atmósfera de calma y asombro tras la breve tormenta.
Según los pronósticos, no se esperan más lluvias en Zamora a lo largo del día, permitiendo a sus habitantes disfrutar de un cierre tranquilo para esta jornada marcada por sorpresas climáticas.