Las lesiones de Sergio, con problemas toda la semana, y de Lescún y Víctor durante el trasncurso del encuentro, minaron las fuerzas de un equipo zamorano que fue a más en el encuentro y que gozó de seis ocasiones claras para empatar el partido antes de que, con portero-jugador llegara el 0-2 definitivo.
No fue el estreno soñado para el Euronics Fisiolife que, obligado a jugar en la matinal del domingo, no tuvo la afluencia de público que hubiera podido tener el viernes, y vio como el Pabellón no sobrepasaba los 300 espectadores. Además, en el calentamiento se confirmaba que Sergio, que prbó durante unos minutos, no podría ser de la partida de Eloy Alonso, y dejaba la rotación zamorana en diez jugadores.
Empezó fuerte el cuadro rojiblanco, intentando mandar en el juego y buscando las aproximaciones a la portería del Brihuega. La intensidad de los zamoranos era un problema para la escuadra contraria, que acumulaba ya dos faltas en pocos minutos, sin embargo en una jugada aislada, Lescún sentía un pinchazo en el abductor que le obligaba a abandonar el partido y que es, en estos momentos, la máxima preocupación de Eloy Alonso.
Sin Lescún, el FS Zamora perdía otro hombre en la rotación, quedando únicamente con siete jugadores de campo que tendrían que repartirse todos los minutos que restaban. El juego zamorano se resintió, sin la posibilidad de ponerle esa sexta marcha que han mostrado los zamoranos en la pretemporada y hubo minutos, en el trasncurrir del primer periodo, en el que los visitantes fueron superiores. Eloy trató de cortar esa racha con un tiempo muerto que permitió coger aire a los zamoranos para afrontar los últimos segundos antes del descanso.
Cuando mejor estaba el cuadro rojiblanco llegó el primero de los alcarreños. Una contra que no fueron capaces de frenar los zamoranos fue culminada en el segundo palo sin que Gus pudiera hacer nada. Golpe psicológico para un conjunto zamorano que ya había sufrido otros dos antes con las lesiones de Sergio y Lescún.
El paso por vestuarios le sentó mejor a los zamoranos, que volvieron a apretar y que en la segunda parte gozaron de seis ocasiones claras de gol, especialmente una triple ocasión de Ofá y Velasco que no quiso entrar. Cuando mejor estaban los zamoranos, Victor se resintió debido al gran esfuerzo físico y tuvo que abandonar el partido, dejando a Eloy sin recambios en el banco para dar descanso a los hombres que estaban sobre el parquet.
A falta de tres minutos, el técnico leonés decidió meter portero jugador y en una jugada muy protestada por el banquillo zamorano, que vio falta a Pichón, los visitantes pusieron el 0-2 con el que se cerró el partido.
