Nació en Zamora capital, pero con apenas cuatro años se trasladó a vivir fuera de su ciudad. Y fuera de ella sigue. Sofía Merchán reside temporalmente en Nápoles, ciudad en la que investiga para su doctorado la figura de Sigismund Talberg, el músico más querido de la Semana Santa de Zamora, pero su residencia habitual es Madrid, donde ha realizado toda su formación como pianista.
Primero estudió en el Centro Superior Katarina Gurska para continuar con Musicología y un máster en el Real Conservatorio de Música. Y el doctorado lo cursa en la Universidad Politécnica.
La zamorana puede presumir de ser la primera titulada en el Máster “Pianista Acompañante y Repertorio” del Conservatorio Superior de Música de Madrid, especializándose así́ en acompañamiento y repertorio vocal.
-Su doctorado está relacionado con Thalberg. En contra de lo que se piensa ¿el autor de la Marcha Fúnebre es un gran desconocido en Zamora?
-Si, en Zamora cuando se habla de Thalberg solo se conoce de él su Marcha Fúnebre. Por eso, como zamorana decidí investigar para dar a conocer la figura de este músico más allá de su Marcha Fúnebre. Y me he trasladado a Nápoles unos meses porque aquí vivió la última etapa de su vida junto a una mujer napolitana y aquí está toda la documentación, guardada en el Conservatorio de la ciudad.
-¿De dónde le viene la afición por la música?
-Mi afición viene por mi madre, ella tocaba el piano y nos inculcó a mi hermana y a mi desde muy pequeñas el amor por la música y las demás artes.
-¿En Zamora hay buena preparación o hay que salir fuera, a Madrid, para tener un futuro?
-En Zamora la preparación es muy limitada. Las oportunidades que te ofrece una cuidad como Madrid son infinitas, no solo poder formarte con grandes maestros de talla internacional, sino la oportunidad de poder asistir a conciertos, eventos y festivales de música o conocer a numerosas personas de tu mismo ámbito.
-¿Qué significa para usted el piano? ¿Hay mucho trabajo detrás de un concierto?
-Para mi el piano es el instrumento para expresar mis ideas, sentimientos, mi verdad…. El piano es mi pasión, mi trabajo y mi mayor hobby. Hay muchas horas detrás de un concierto, no solo existe una preparación técnica del repertorio ejecutado, sino un trabajo físico y fisiológico diario para afrontarlo, además de mucho tiempo dedicado a la búsqueda de la idea musical que hay que plasmar luego en la interpretación. No me gusta contar las horas que estudio, hay ocasiones que estás ocho horas frente al piano y no notas el avance, y otros días que con dos horas has conseguido el objetivo programado.
- ¿Por qué eligió el centro superior Katarina Gurska para continuar tus estudios?
-Alexander Kandelaki en una MasterClass, me recomendó por mi forma de interpretar, que estudiara en Katarina Gurska con la pianista Nino Kereselidze, confié en él y ha sido una de las mejores decisiones que he tomado en mi carrera.
-¿Qué proyectos tiene con el dúo Amalthea, del que forma parte?
-El dúo Amalthea está formado por la soprano Laura Lavilla y yo. Nuestro principal objetivo es abarcar la canción española, aunque también interpretamos otros géneros como ópera, canción francesa o italiana. Este mes participamos en el acto de entrega de premios “Meninas”. Tenemos varios conciertos programados para el 2022 en España e Italia con un repertorio muy variado que incluye también obras de compositores actuales.
-¿Se puede vivir de la música ?
-Claro que se puede vivir de la música. Llevo trabajando desde los 18 años en esta profesión. Los músicos estamos hartos de que nos pregunten ¿y qué más estudias además de música? ¿A qué te vas a dedicar cuando acabes los estudios? A los abogados, médicos o ingenieros jamás se les hace este tipo de cuestiones.
-Has sacado tu primer disco, ¿habrá más?
-Este primer disco son 48 canciones de Thalberg que hemos realizado por el 150 aniversario de su muerte, la soprano zamorana Conchi Moyano y yo. ¡Claro que habrá más! En el mes de febrero vamos a grabar un disco el dúo Amalthea, con obras de compositores españoles actuales como Alejandro Román, Jesús Torres, Borja Mariño…
-En Zamora hay cultura musical, gusta o nos ceñimos a la Semana Santa?
-En Zamora no hay tradición cultural en música clásica, es una pena, me encantaría poder realizar conciertos y proyectos en mi cuidad. Son muy pocos los eventos que se programan al año en este ámbito. En las salas importantes de Zamora ni siquiera hay un piano.
-¿Qué proyectos tiene de cara al futuro?
-Ahora mismo estoy inmersa en mi doctorado, que me está abriendo otros campos no sólo en mi investigación teórica sino en el lado más práctico, nuevo repertorio que espero poder compartir pronto. Recitales en España, Italia y Sudamérica, además de los ya comentados con Laura Lavilla.
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