La Asociación AZAVI, presidida por Mila Rueda, lleva más de 20 años brindando apoyo a las mujeres víctimas de violencia de género. Su trabajo va más allá de la intervención inmediata, ofreciendo acompañamiento psicológico y legal, pero también un espacio de seguridad y dignidad. Según Mila, “no solo buscamos asistencia, sino empoderar a las mujeres para que puedan reconstruir sus vidas”.
En AZAVI, el enfoque integral es fundamental. “Las mujeres que llegan a nosotras a menudo están devastadas. Necesitan mucho más que apoyo legal; requieren de un espacio donde puedan sanar emocionalmente”, asegura Mila. Por ello, la asociación ofrece un acompañamiento personalizado que abarca todas las necesidades de cada mujer en su proceso de recuperación.
Uno de los grandes retos que enfrenta la asociación es la visibilización de la violencia de género, un problema que, a pesar de los avances, sigue estando oculto en muchos sectores de la sociedad. Con el objetivo de cambiar esta situación, la organización trabaja de forma constante para sensibilizar a la comunidad, asegurándose de que la violencia de género se trate con la seriedad que merece y se haga visible en todos los ámbitos.
Como parte de su estrategia de visibilización, AZAVI organiza este 8 de marzo una marcha anual. Este evento, además de ser un acto simbólico, se ha convertido en una manifestación de unión y apoyo entre mujeres, y una oportunidad para alzar las voces de quienes luchan contra la violencia machista. La marcha ha adquirido con el tiempo una gran relevancia, tanto para los participantes como para la comunidad en general.
A pesar de los avances, Mila reconoce que la lucha continúa. “La educación temprana es clave para cambiar la mentalidad. Los talleres en colegios son fundamentales para prevenir la violencia en generaciones futuras”, destaca. También se enfoca en la prevención, buscando impactar desde las etapas más jóvenes de la sociedad para erradicar las conductas machistas.
AZAVI también organiza diversos programas de capacitación, talleres y grupos de apoyo para proporcionar herramientas que favorezcan la integración social y laboral de las mujeres. Estas iniciativas son esenciales para que las mujeres puedan recuperar su autonomía, ofrecerles la posibilidad de rehacer su vida de manera plena y superar los obstáculos que la violencia de género les impuso.
En cuanto al futuro, Mila tiene claro que la asociación seguirá avanzando. “Nuestro objetivo es seguir visibilizando el problema, pero también seguir ofreciendo más recursos y espacios de apoyo”, concluye.