Desde las 18:30 horas, decenas de vecinos y aficionados se congregaron en el circuito especialmente acondicionado para esta cita, donde los vehículos participantes desplegaron todo su potencial. Tracción, maniobrabilidad, suspensión extrema y mucha habilidad al volante fueron los ingredientes principales de una tarde inolvidable.
La exhibición repite tras el éxito de su primera edición en 2024, y ha vuelto a superar expectativas. La organización supo cuidar cada detalle: desde el montaje del circuito hasta los incentivos para los participantes, que recibieron una consumición gratuita solo por formar parte del espectáculo.
Entre los alicientes de esta edición también destacó el sorteo especial y la entrega de camisetas conmemorativas, que añadieron un aire festivo y de comunidad a una jornada perfecta para disfrutar en familia y con amigos.
Los coches –algunos auténticas bestias mecánicas con suspensiones elevadas, neumáticos sobredimensionados y blindajes improvisados– se enfrentaron a un recorrido lleno de obstáculos que puso a prueba hasta al más experimentado. Cada superación de una zanja, cada giro imposible, fue aplaudido por un público entregado que vibraba con cada acelerón.
Con eventos como este, Roales del Pan reafirma su lugar en el mapa de las actividades veraniegas más potentes de la provincia, apostando por el deporte del motor, la participación ciudadana y el entretenimiento de calidad. Sin duda, una cita que ha llegado para quedarse y que ya hace pensar en la edición del próximo año.
Porque en Roales, cuando rugen los motores, lo hace también el corazón de un pueblo que sabe cómo vivir el verano… a lo grande.