La falta de profesionales especializados en medicina familiar sigue trayendo de cabeza a la Junta de Castilla y León, presionada a su vez por las múltiples protestas de plataformas, colectivos e incluso de los centenares de municipios afectados por el cierre de consultorios y que mantiene a los pocos médicos en activo soportando unas cargas de trabajo que doblan y triplican fácilmente su tarea habitual.
Haciéndose cargo de más consultorios de los que les corresponden, los profesionales no dan abasto, mientras las quejas continúan, lo que ha motivado que la Consejería de Sanidad haya lanzado una oferta de empleo para médicos de Emergencias Sanitarias a los que se ofrecen unas "suculentas" condiciones laborales con sueldos cercanos a los 45.000 euros anuales brutos, el equivalente a unos 3.500 euros mensuales.
Unas condiciones con las que la Junta confía en poder captar profesionales a los que formará y facilitará su apoyo a nivel administrativo. "Por fin parece que están escuchándonos en nuestra reclamaciones", precisa Pruden Garrote, portavoz y cara visible de la deficiente atención sanitaria en los pueblos de Sayago. "Esto es casi como el rastro, hay que buscar profesionales de debajo de las piedras".
Desde la Junta, mantienen que están pendientes de que se aumenten las plazas MIR que permitan incrementar la tasa de reposición para tratar de dar salida a la creciente problemática de las vacantes que van quedando de los profesionales que se jubilan.
