La situación del Zamora no invitaba a pensar que este domingo la victoria pudiese ser factible frente a un conjunto como el Valladolid Promesas. Pero, olvidando la parte extradeportiva, el conjunto rojiblanco salió al césped vallisoletano a por los tres puntos.
Siete minutos de partido habían transcurrido cuando Theo probaba desde la distancia al guardameta del Promesas y, siendo una de las máximas del fútbol, el intentarlo tuvo premio ya que Aceves no pudo retener el balón tras el fuerte disparo del jugador rojiblanco, que abría el marcador en los anexos del José Zorrilla.
El Zamora se encontraba bien plantado en el terreno de juego y seguía llegando con peligro a la portería local, cuajando unos primeros 20 minutos en el que eran muy superiores. Ribeiro la tuvo para anotar el segundo tanto, pero el balón se marchó al palo, evitando una mayor sorpresa para el Valladolid Promesas.
Pero el buen trabajo realizado en 25 minutos se echó a perder con un penalti que cometía Nahuel al intentar despejar el esférico, golpeando al rival. El lanzamiento desde los once metros lo aprovechaba el conjunto blanquivioleta para poner las tablas sin haber creado una ocasión de peligro.
Se igualaban las tornas, pero no pasaban ni diez minutos cuando los de Yago Iglesias forzaban la pena máxima en un balón colgado. El jugador del Promesas golpeaba con el codo a Panadero, llevando al árbitro a señalar un penalti muy riguroso. Era el propio Pana el que transformaba desde los once metros, con un disparo al centro de la portería y volviendo a adelantar al Zamora.
El conjunto rojiblanco seguía mostrándose superior al Valladolid Promesas, cuajando una de las mejores primeras partes a domicilio. Prácticamente llegando al descanso, El Haddadi podía salir al contragolpe, pero tras la cabalgada no conseguía poner un centro óptimo y la oportunidad. El partido no daba para más en sus primeros 45 minutos con el 1-2 en el marcador.
Ya en la reanudación el Valladolid Promesas salía a buscar pronto el empate, topándose con Julio Iricíbar, ágil a la hora de repeler las ofensivas pucelanas. Le costaba volver al partido al Zamora, aguantando las acometidas de un Valladolid que no veía puerta.
Los de Yago Iglesias lo intentaban al contragolpe con la velocidad de El Haddadi, quien llegaba a la altura del área y era frenado por agarrón del defensor local, aunque la jugada acabó sin tarjeta amarilla. Aunque el dominio parecía ser del filial del Valladolid, el Zamora conseguía tranquilizar el juego y llegar a la portería de Aceves, sin acierto para sentenciar.
Ya en el minuto 70 el Valladolid Promesas se quedaba con un jugador menos con la expulsión de Arroyo. Aprovechando la superioridad, Yago Iglesias comenzaba con el carrusel de cambios, dando entrada a Jaime Sancho y Vallejo por Panadero y El Haddadi.
El partido se iba calentando poco a poco y el Promesas se sentía más cómodo con un partido más loco. Los rojiblancos buscaban achicar agua y no querían problemas en área propia, realizando un buen trabajo defensivo a nivel coral.
El Zamora, sin poder sentenciar el partido, comenzaba a sufrir a nivel físico, sobre todo Theo, quien se tenía que ir al suelo con aparentes calambres. El colegiado decidía prolongar el encuentro seis minutos más, en los que los de Yago Iglesias aguantaban el tirón de un Valladolid con mucho talento.
A pesar de la situación extradeportiva, el Zamora conseguía llevarse los tres puntos con el 1-2 después de realizar un partido muy completo.