viernes. 29.03.2024

El himalayista zamorano proyecta a través de imágenes y vídeos su ascensión al 'ochomil' en la Casa del Parque del Lago de Sanabria. "Me quité una espina después de lo sucedido en 2012 y merece la pena subir aunque apenas estuviésemos unos minutos en la cumbre", explica Martín Ramos.

Martín llegó a la Casa del Parque del Lago de Sanabria con ese aire despistado del que aún no entiende cómo ha pasado de una tienda de campaña de apenas un metro cuadrado a su Zamora natal. "En 2012 la sensación fue mucho más brusca. Estábamos en el Kangchenjunga y, de repente, y en apenas unas horas despertamos en Madrid", comentó el himalayista, al recordar lo cerca que estuvo de la tragedia hace dos años, cuando una avalancha puso fin a su expedición a la tercera montaña más alta del planeta.

En esta ocasión, la aventura del alpinista castellano y leonés tuvo un final feliz, como él mismo relató en la presentación de su ascensión ante más de un centenar de aficionados y amigos en el contexto de la XVI Carrera por Montaña de Sanabria el pasado sábado.

A través de una selección de imágenes y vídeos, Martín Ramos acercó la expedición que le llevó a hollar el gigante asiático de 8.586 metros el pasado mes de mayo. "Fue más de un mes intenso en el que te sumerges en otra cultura, la nepalí, y que te enriquece como persona", comenzó el zamorano.

El himalayista, junto a su compañero Jorge Egocheaga, completó la ascensión al Kangchenjunga sin oxígeno y casi de forma simultánea con la mediática expedición de Carlos Soria. De hecho, el zamorano y el asturiano hicieron caso al veterano montañero abulense en el Campo 3 y esperaron para asaltar la cumbre. "Ya estábamos aclimatados a la altitud y estábamos esperando para elegir el momento de iniciar la ascensión, pero Carlos nos dijo que daban muy buena meteorología para el día 18 de mayo, con menos viento, lo que favorecía el descenso, y decidimos hacerle caso y esperar un día más", indicó Ramos, quien recordó que la decisión no era banal, ya que en su caso la ascensión se realizó sin oxígeno, con lo que ello implica al estar más tiempo expuesto a esa altitud.

Martín Ramos profundizó en el camino hacia la cumbre, primero con el corredor glaciar por el que superaron los 5.000 metros de altitud hasta 'la joroba', un último escollo antes de observar el mundo desde uno de sus techos. "Cuando nos quedamos Jorge y yo solos, sin los portadores y el resto de amigos, sientes algo extraño, pero nos vino bien compartir jornadas con otras expediciones como la italiana con la que hicimos buenas migas en los diferentes campos", afirmó Ramos.

Las predicciones de Soria fueron acertadas y el 18 de mayo de 2014, Ramos y Egocheaga coronaban la tercera montaña de la Tierra, justo después de sus amigos y compañeros, los italianos Nives Meroi y Romano Benet.

El himalayista, con el apoyo del Ayunamiento de Zamora, Caja Rural de Zamora y Panadería-Pastelería El Viso, completó un nuevo hito en su carrera después de que hace 16 años consiguiera su primer techo del mundo, con su cumbre en el Shisha Pangma.

Al montañero del GUM-Usal le faltan por ascender el K-2, el Gasherbrum I, Dhaulagiri, Manaslu y Lotse, en lo relativo a 'ochomiles'.

Martín Ramos presenta su Kangchenjunga en Sanabria