jueves. 18.04.2024

La selección femenina de balonmano disputaba en la mañana de este domingo ante Holanda la primera final de su historia en un Campeonato del Mundo. Es lo más alto que ha llegado hasta ahora en una trayectoria que se remonta 52 años atrás, cuando un equipo de pioneras disputó frente a Francia, en Bilbao, el partido que abrió su historial. Un partido que terminaba con una decisión polémica a falta de 6 segundos, que hacía que España se colgara la medalla de plata (29-30).

Este logro llega quince años después de que su homóloga masculina alcanzara la final del Mundial de 2005, que ganó a Croacia.Ambas finales, que marcan un hito en la historia del balonmano español. 

El partido comenzaba muy bien para las españolas con parciales de dos y tres goles de diferencia contra unas holandesas desconcertadas. Unos primeros minutos que se convertían en un espejismo, ya que el equipo de Países Bajos se sobreponía a este tropiezo y al final de los 30 minutos, se imponían con tres goles de ventaja (13-16).

El segundo tiempo sería la hora de la remontada de nuestras guerreras. Tras un mal inicio de segundo tiempo, que hacía que el conjunto español se pusiera cinco goles abajo, las españolas tiraban de garra y a  falta de minuto y medio conseguian empatar a 29. 

Pero la jugada que decidiría la final sería un clamoroso error arbitral que provocaba los siete metros de Holanda. Un bloqueo de Ainhoa en el saque de la guardameta holandesa, que podría ser un robo y no siete metros como señaló viendo el reglamento. Una situación que provocaba la expulsión de Ainhoa por taponar el saque en una decisión cuanto menos dudosa. El conjunto holandés convertiría la pena máxima y se alzaba el oro (29-30).

"Las Guerreras" pierden con un robo arbitral a falta de cinco segundos (29-30)