El partido que disputaban los equipos de Cañizal contra el Moraleja, fue suspendido en el minuto 20 de la segunda mitad por la retirada del equipo local. Minutos más tarde, el colegiado del encuentro tenía que pedir la presencia de la Guardia Civil por las amenazas que sufrió.
En el minuto 20 de la segunda mitad, tras sufrir tres expulsiones el equipo local, los ocho jugadores que se encontraban aún sobre el campo, deciden retirarse y abandonar el encuentro. Durante esos minutos el colegiado recibió críticas y algunas amenazas, según fuentes pesentes en el partido, que no fueron a más.
Cuando el colegiado llegó a su caseta, se encontró sin sus pertenencias, que le habían sido quitadas y sacadas fuera de la caseta. Una de las personas que se encontraban presentes en el terreno de juego de Cañizal, relataba a Zamora News que, tras quitarle la ropa al árbitro le dijeron: "Eres tan malo que no te mereces cambiar ahí dentro".
Minutos más tarde, con los ánimos ya calmados, un grupo de unas 30 personas se acercó hasta los vestuarios, amenazanado y con intención de entrar en el vestuario del colegiado, teniendo que ser el entrenador local, el delegado del Cañizal y algunos jugadores del Moraleja, quienes frenaran la acometida de este grupo de personas, pidiendo en este momento el colegiado la presencia de los cuerpos de seguridad para poder abandonar el terreno de juego.
Los hechos no fueron a más, pero una pareja de la benemérita se personó en el lugar de los hechos y acompañó al árbitro para que pudiera salir de Cañizal.