La Ciudad Deportiva de Zamora fue testigo este fin de semana de un encuentro que fue mucho más que un partido de fútbol. Diez años después del fallecimiento de Luís María Merayo, su recuerdo sigue tan presente como su influencia en generaciones de futbolistas. Un emotivo homenaje reunió a antiguos discípulos, familiares, amigos y aficionados en un acto cargado de sentimiento y gratitud hacia quien fuera jugador del Zamora C. F., Sevilla F.C. y entrenador de equipos como el C.D.C. Los Cascajos, la Unión Deportiva Zamorana, el C.D. Fuentespreadas o el C.D. Peromato.
El partido, arbitrado por el excolegiado zamorano Felipe Rosón, enfrentó a un combinado de jugadores entrenados por Merayo contra los Veteranos del Zamora C.F., en un choque que concluyó con un entretenido empate a tres goles. Pero el marcador fue lo de menos. La jornada sirvió para recordar al técnico y al hombre, al formador que dejó huella en cada vestuario que pisó.
Durante el acto, organizado por sus propios exjugadores, se entregaron flores y diversos detalles a los familiares más cercanos de Merayo, en un gesto que resumió el cariño y la admiración que sigue despertando una década después de su marcha. La idea de convertir este homenaje en una cita anual ya ha empezado a tomar forma, con el objetivo de mantener viva la memoria de una figura clave en la historia reciente del fútbol zamorano.
