El plan de Humanización junto con obras como la del Banco de España futuro cuartel de Policía, el de bomberos, el Puente de Piedra, el Conservatorio, el Museo de Semana Santa y las que quedan por llegar ya anunciadas, mantienen en vilo a miles de zamoranos que solo tendrán que esperar 24 meses para ver realizada una transformación que será maravillosa y que Zamora necesita pero realmente en estos momentos y en los que están por venir, Zamora es un enjambre de excabadoras, hormigoneras, camiones y vehículos especiales para obras siguen siendo protagonistas en una ciudad que parece levantada por completo.
La ciudad viagra en estos momentos se puede complicar aún más, con el nuevo y cuarto proyecto del plan de humanización , la travesía que trascurre por Trascastillo y la Avenida de la Feria, ya está aprobado y se está tramitando el expediente de licitación, con un presupuesto superior a 3 millones de euros y un plazo de ejecución de 12 meses. En breve también las obras de suministro de agua en Víctor Gallego cortarán la calle y aledaños por un periodo no superior a cuatro meses según la adjudicación. El elevador de la Catedral, las Aceñas de Gijón, y alguna más que seguro olvidamos.
Si las obras eran pocas serán más aún, y el problema persistirá si ahora que al menos hay buen tiempo no se acelera en los proyectos, la llegada de la temporada de lluvias y cambios atmosféricos, están por llegar y también la vuelta al cole, que puede complicar horarios y llegadas a tiempo ya que los embotellamientos en horas punta crecerán irremisiblemente. La Feria del Queso y las Fiestas de la Concha además del
Zamora necesita estas obras está claro, y dejar perder subvenciones europeas y proyectos presentados es un crimen, y más cuando el trabajo escasea, y poder asentar al menos durante dos años a operarios de la construcción y de los servicios adyacentes, es más que necesario.
El problema está en lo apuntado desde hace semanas, todo a la vez y todo al tiempo que se marca como inexorable. Las licitaciones tienen tiempo cerrado, ahora, veremos cuantas se cumplen, ya que como hemos visto, en el Banco de España o en el Museo, o en el Puente de Piedra nada de lo prometido apareció. La Catedral otra de las joyas emblemáticas de la ciudad tendrá también con su elevador hacia el cielo del cimborrio su obra, aquí no se libran ni las iglesias. Y es que hacía mucho que no se veían gruas en una ciudad que tiene más de 4.000 pisos vacíos según el censo. Con ese volumen de vivienda se podría volver a la senda del crecimiento pero mucho nos tememos que seguirán vacíos y los alquileres por las nubes aunque Zamora sea una de las ciudades más baratas de España para eso del alquiler.
Las penalizaciones para las obras de infraestructura deberían ir al unísono con el perjucio de vecinos y comerciantes, en Europa, las faltas de este tipo de compromisos acaban no en largos periodos judiciales, ni prórrogas, sino en multas ejemplares.
En esta ciudad donde casi todo vale, tenemos también una provincia donde nunca pasa nada, salvo en una N-122 que tendrá que rebachearse ya que después de 30 años de peticiones a PP y a PSOE nadie hace caso, pero en esa vía se sigue matando mucha gente. Eso si el radar de Muelas hace el agosto el septiembre y en cualquier época del año... Triste la provincia en ese tramo.
Pero también triste en la despoblación que deja este septiembre en Fermoselle por ejemplo, que pasa de casi cuatro mil habitantes a los poco más de mil de siempre. A Sanabria que ha tenido un muy buen verano en julio con el empujón de las Motos y las piraguas, pero que ahora tras las Vitorias de Puebla volverá al desierto y a los cierres de bares y restaurantes.
·En fin y en conclusión, donde nunca pasa nada, pasa de todo, y todos pasan de ello, este es el punto en el que nadie se mueve, y todos asumen y asienten tanto con el poder establecido sea del color que sea, como si se tratara de un padre que dice porqué y la respuesta es porque lo digo yo y basta.