El ritual se cumplía esta mañana con la eucaristía y salida de la Iglesia de San Antolín de la Patrona de Zamora. Un año esperado tras dos de pandemia y con mucho que agradecer tras dos años de mucha represión en casa y con muy poco campo que poder recorrer en un camino deseado por todos.
La Concha esa imagen de Zamora que es patrona y madre hacía su recorrido principal en una mañana con no demasiado público y con notables ausencias en un fin de semana en el que también se aprovecha para disfrutar de 3 días de asueto y visita a seres queridos y localidades en fiestas.
El anuncio del verano próximo y de las demás fiestas y romerías hacen de esta festividad un punto y aparte de todo lo que vuelve a ser "normal" tras dos años de hastío y mucho que disfrutar en el tintero del aire libre y las tradiciones y fiestas.
Un poco de lluvia en el teso, rezo de la salve y llegada a la Hiniesta ya con toda la localidad engalanada para recibir a la Concha, himno nacional de por medio y almuerzo y vinos con tapa y caña a la espera de un regreso a partir de las 17:00 horas que dará paso a la vuelta a la tradición perdida a cuenta de la pandemia dos años atrás. Zamora vuelve a tomar parte de un retorno a la normalidad siempre con la atenta mirada al contagio y a las muertes que han dejado un vacío insustituible en una sociedad que sigue consternada por tanta enfermedad venida de China pero que ha llegado para quedarse entre nosotros.
Seguiremos atentos a las evoluciones de una jornada que se prevé tranquila y con la tradición como respuesta a un ritual ancestral y cercano, transmitido de padres a hijos, de abuelos a nietos y de familias enteras hermanos de todo lo que refiere a una costumbre secular. Que se mantenga y que Viva la Virgen de la Concha.
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