Heredero toro negro meano de Sánchez Arjona con 565 kilos para el primero de la tarde, en la que solo los aplausos dieron el premio a un Joao Ribeiro Telles que hizo mucho trabajo para poco premio. Toro sobrio, buen arranque y suelto desde el inicio dio buen juego y hubo buenos lances y lucimiento del rejoneador que no encontró el punto entre la suerte de la muerte y el primer par de banderillas.
Naranjito de 530 kilos de fuerza y garra listos para la amazona Lea Vicens, la francesa hizo lo que pudo con un morlaco que se quedó en la segunda parte de la faena. Tres espadas de suerte, y primer aviso para una mujer que terminó con la muleta en la puerta de salida un toro agonizante al que dio muerte con el estoque. Leves aplausos para la encantadora rejoneadora que se ganó al público con su buen hacer pero que lastró la falta de acierto en la suerte final.
Zurito fue el tercero para Guillermo Hermosa que con un toro rubio colorao y que portó banderillas puestas con arte y garra. Un tercero que lidió con maestría que dio el espectáculo en el tercero de la tarde. Dos orejas merecidas para el que hacía el intermedio y asueto de la tarde, el del bocadillo y las cervezas. Hermosa de Mendoza fue aclamado y ovacionado en su vuelta al ruedo.
Biólogo fue el cuarto en suerte para Joao Ribeiro un rejoneador que lo intentó todo, en sus dos faenas. Aplausos en su segunda puesta en escena y faena con aplausos para biólogo en su salida y su posterior arrastre con las mulas para un morlaco colorao y noble.
Lia jugó su mejor baza con el quinto que dicen que nunca es malo, y en este caso así ocurrió, aunque en la suerte final no hubo buen augurio, pero si una oreja y vuelta al ruedo. Orgullosa la amazona lució un trofeo que merecía por su empaque y buen rejoneo vistoso ayudado por unos caballos dignos de elogio. Una mujer que pone al rejoneo nombre y apellidos y que destaca por su simpatía y puesta en escena con sus espectaculares equinos que dan mucho espectáculo y fuerza a su rejoneo de garra y empaque taurino.
Ritual de inicio para el sexto con el toro más pesado, y con una faena para Guillermo Hermoso de Mendoza al que Quili de dedicó una canción desde el graderío. Flores rosas para el sexto que dio juego y fue noble pero que se saldó sin premio puesto que la suerte final no acompañó al jinete que pinchó en hierro hasta en dos ocasiones. De anotar su salida a hombros por un primero que hizo que los zamoranos se metieran en el bote de este joven que emula a su padre hasta en el ritual del comienzo de la suerte, besos y rezos y toque de orejas a su caballo de arranque para un jinete con muchas ganas y ganador y merecedor de una puerta grande y salida a hombros.
La banda Nacor Blanco alegró la tarde a una relativa media entrada más cerca del cuarto largo que de la media. Tarde divertida en el coso zamorano que en una corrida de rejones post pandemia disfrutó de aplausos, buena música y arte de rejoneo y postureo que también lo hubo.
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