Una noche de magia literaria y musical se vivió en el Teatro Principal, donde la obra "Don Ramón María del Valle-Inclán", interpretada por Pedro Casablanc y con la música de Mario Molina al piano, cautivó al público con una narrativa única que tejió la vida y obra de dos grandes escritores.
En este espectáculo, se despliega un doble retrato: el del retratista, Ramón Gómez de la Serna, y el retratado, el propio Valle-Inclán. A través de las palabras de Gómez de la Serna, nos sumergimos en la vida, obra y alma del genial autor, descubriendo sus herramientas de análisis, sus instrumentos de disección y su particular canon estético.
La fusión de estilos y la vitalidad de estos dos creadores literarios esenciales nos transporta a una parte crucial de las vanguardias españolas del siglo XX. En lugar de aproximaciones ditirámbicas o esperpénticas, Gómez de la Serna nos invita a un viaje íntimo y profundo hacia la realidad cotidiana y los principios éticos que guiaron la obra de Valle-Inclán.
A través de esta obra, se revela el compromiso irreductible del autor con su posicionamiento ético en el mundo, generando así una de las obras cumbre de la literatura española.