El "Correfoc" (en español: correfuegos) es una manifestación cultural profundamente arraigada en Cataluña, Islas Baleares y Comunidad Valenciana, aunque también se celebra en regiones del sur de Francia, como el Rosellón. Este espectáculo callejero implica a un grupo de personas, a menudo disfrazadas de demonios, que desfilan por las calles corriendo, bailando y saltando entre bengalas y fuegos artificiales. Su origen se remonta a los Ball de diables (bailes de diablos), documentados ya en el siglo XII en Cataluña, y ha evolucionado hasta convertirse en el vibrante correfoc actual, donde la pirotecnia juega un papel central.
En Zamora, la actuación de "Los Demonios" llenó las calles de un ambiente festivo y electrizante. Los demonios, con sus disfraces y antorchas, crearon un espectáculo fascinante que mantuvo al público embelesado desde el inicio hasta el final. Los espectadores, entre los que se contaban tanto adultos como niños, participaron activamente en la celebración, disfrutando del despliegue de luces y fuegos que iluminó la noche zamorana.
La seguridad fue una prioridad durante todo el evento, con los bomberos de Zamora presentes en cada momento para intervenir en caso de emergencia. Afortunadamente, su intervención no fue necesaria, ya que el espectáculo transcurrió sin incidentes, permitiendo que todos disfrutaran de la noche sin preocupaciones.
La culminación del "Correfoc" en la Plaza de Claudio Moyano con un castillo de fuegos artificiales fue el broche de oro a una noche mágica. Este impresionante despliegue pirotécnico, que iluminó el cielo zamorano, dejó a los asistentes maravillados y cerró el evento con un toque espectacular.
El "Correfoc" de "Los Demonios" no solo proporcionó una noche de entretenimiento inolvidable, sino que también introdujo a los zamoranos a una tradición cultural rica y vibrante. Esta actuación, llena de luz y fuego, es un testimonio del poder de las tradiciones populares para unir a las comunidades en celebración y alegría.
