La Guareña continúa celebrando sus tradiciones en un mes lleno de actividad festiva. Este fin de semana, los vecinos han vuelto a volcarse con motivo de las festividades del Corpus Christi y San Antonio, que han llenado de ambiente, música y devoción las calles de la localidad.
El sábado, Olmo de la Guareña acogió la procesión del Corpus, con la instalación de tres altares a lo largo del recorrido por las calles del pueblo. La devoción se hizo notar en cada detalle, desde la preparación de los altares hasta la participación de los vecinos y músicos, que acompañaron con cantos propios de la celebración religiosa.
También la procesión de San Antonio, organizada por los cofrades de San Antonio, quienes coordinaron todos los preparativos. Durante el recorrido, los asistentes fueron testigos de un emotivo momento, el tradicional baile de la jota, que los vecinos ofrecieron ante la imagen del santo, en un gesto cargado de identidad y cariño popular.
Ambas procesiones contaron con el acompañamiento de músicos que interpretaron piezas propias para cada acto religioso, dotando a cada celebración de un carácter único y solemne.
Tras la procesión de San Antonio, los cofrades ofrecieron un vino español como cierre del fin de semana, propiciando un momento de encuentro y convivencia entre vecinos y visitantes.
Con estas celebraciones, El Olmo de la Guareña encadena su segundo fin de semana consecutivo de fiesta, tras haber honrado el pasado fin de semana a su patrona, la Virgen de la Paz. Un mes de junio que está siendo una verdadera muestra de la riqueza cultural y la implicación vecinal de esta pequeña pero activa localidad de la comarca de La Guareña.


