Los embalses gestionados por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) han jugado un papel fundamental en la reducción de los efectos del temporal Herminia. Gracias a la regulación de los caudales de los ríos, se ha logrado disminuir significativamente el impacto de las fuertes lluvias que afectaron a Castilla y León¡.
Durante el temporal, los caudales punta de entrada en algunos embalses fueron muy elevados, alcanzando hasta los 550 m³/s en Santa Teresa, Salamanca. Sin embargo, las presas ubicadas en los sistemas Carrión, Pisuerga, Esla, Órbigo, Águeda y Tormes han logrado controlar el desembalse del agua, evitando mayores daños en las zonas cercanas a los cauces.
En concreto, los embalses han absorbido gran parte del caudal de la avenida, reduciendo los caudales desembalsados a niveles mucho menores. Por ejemplo, en el embalse de Barrios de Luna (León), la entrada de agua fue de 140 m³/s, pero el desembalse se limitó a 2,7 m³/s, lo que supuso una reducción del 98%. En Villameca (León), con una entrada de 18 m³/s, el caudal desembalsado fue solo de 0,16 m³/s, logrando una reducción del 99,1%.
La capacidad de los embalses de moderar estos picos de agua ha sido clave para prevenir inundaciones y proteger las áreas aguas abajo. A día de hoy, los embalses de la cuenca se encuentran al 77,1% de su capacidad total, con más de 2.200 hectómetros cúbicos almacenados. En la última semana, estos embalses han acumulado 164,3 hectómetros cúbicos, un volumen que supera en 15 puntos la media de la última década.