La Unión General de Trabajadores (UGT) ha lanzado un mensaje claro contra el anunciado cierre de la planta azucarera de La Bañeza: no lo permitirán sin luchar. El sindicato ha anunciado movilizaciones en defensa de los empleos y ha solicitado el respaldo de la Federación Europea de Sindicatos de Alimentación, Agricultura y Turismo (EFFAT) con el objetivo de internacionalizar el conflicto y frenar una decisión que califican de “injustificada”.
Este miércoles, responsables de UGT FICA Castilla y León, junto a representantes del sindicato a nivel federal, mantuvieron una videoconferencia con las federaciones provinciales de industria de León, Zamora y Burgos, así como con el secretario general de la sección sindical de Azucarera y trabajador de la planta leonesa. En el encuentro, se analizó la situación generada tras la asamblea celebrada por la plantilla de La Bañeza y se planificaron las próximas acciones sindicales.
UGT FICA CyL ha expresado su “rechazo frontal al cierre de la planta de La Bañeza y a la pérdida de un solo empleo en Castilla y León”, argumentando que las instalaciones son plenamente viables y que no existen causas productivas ni económicas que justifiquen su clausura. “Se trata de una decisión empresarial que pone en riesgo el futuro de decenas de familias y debilita aún más el tejido industrial de una zona ya castigada por la despoblación y la deslocalización”, señalaron desde el sindicato.
Con el respaldo de la EFFAT, el sindicato busca que el conflicto tenga eco en Bruselas y en los países donde la multinacional azucarera tiene intereses. Al mismo tiempo, UGT prepara un calendario de movilizaciones que se discutirá el 3 de junio en la reunión de las secciones sindicales del comité intercentros. Además, el 5 de junio está prevista la primera reunión de la comisión negociadora.
El sindicato ha subrayado que no se trata únicamente de defender una planta, sino de proteger el empleo y el modelo agroindustrial en el medio rural. La planta de La Bañeza es un referente para los productores remolacheros y una pieza clave en la economía local. Por ello, UGT ha llamado a la movilización de trabajadores, agricultores y ciudadanía, confiando en que la presión sindical y el apoyo europeo consigan revertir una decisión que consideran “inadmisible”.