Una pena de prisión que sumadas, dan una cifra de casi 170 años de cárcel para los veintinueve detenidos en dos fases de la 'Operación Santo' contra el narcotráfico desarrollada entre mayo y junio de 2023 en Valladolid. Entre los implicados se encuentran miembros del histórico clan de los 'Monchines'.
El proceso, que aún no tiene una fecha determinada, se llevará a cabo en la Audiencia de Valladolid. De los treinta y un encausados, dos se encuentran en paradero desconocido. Las penas solicitadas abarcan desde dos años de cárcel para casos específicos hasta los nueve años y nueve meses para delitos como tráfico de drogas, grupo criminal y tenencia ilícita de armas. Además, se incluyen multas que suman más de 2.300.000 euros.
Las pesquisas se iniciaron en 2022 y condujeron al descubrimiento de plantaciones de marihuana y vínculos entre clanes, culminando en un operativo que incluyó registros domiciliarios, incautaciones de drogas, armas, vehículos y efectivo. En el transcurso de la 'Operación Santo', las autoridades descubrieron una red especializada en el cultivo indoor de marihuana. Inicialmente, el rastro del grupo fue detectado en un vertedero cercano al cementerio del Carmen de Valladolid, donde se hallaron sacos con restos de plantaciones y pruebas vinculadas al tráfico de drogas.
El clan operaba cultivando marihuana en el interior de propiedades, específicamente en siete viviendas de una calle en Valladolid. Las plantaciones requieren un suministro significativo de energía, que obtenían mediante conexiones ilegales a la red eléctrica. Un hallazgo destacado fue un túnel subterráneo de aproximadamente cinco metros que partía de una de las casas con plantaciones. Este túnel llegaba hasta una farola de alumbrado público, donde también habían realizado conexiones ilícitas.
La investigación reveló una estrecha conexión entre este grupo familiar y otro clan poderoso, los 'Monchines', asentados en el barrio de Pajarillos, quienes también estaban siendo investigados por venta de cocaína y heroína. La operación se llevó a cabo en dos fases: la primera dirigida a la detención de todas las personas involucradas en la venta de marihuana y la localización de las plantaciones de interior. Se realizaron dieciséis registros domiciliarios en el barrio España y otras localidades, incautando más de 3.500 plantas de cannabis, 140 gramos de cocaína, 4,6 kilogramos de hachís, entre otros elementos.
La segunda fase, ejecutada el seis de junio, se centró en desmantelar el resto de la red involucrada en la venta y distribución de sustancias estupefacientes. Se llevaron a cabo veintitrés registros domiciliarios en Valladolid capital, Cigales, Traspinedo, Villamuriel de Cerrato, Palencia capital, Madrid ciudad, en la pedanía Segoviana de Perogordo y Bilbao. Así, se logró incautar 23,4 kilogramos de hachís, cinco de marihuana, 640 gramos de cocaína y 130 de heroína; cinco armas largas, otras cinco cortas, tres simuladas, gran cantidad de munición y diversas armas blancas. Además, en el marco de la operación, se localizó una báscula de precisión, un dron, uniformidad de un cuerpo policial, chalecos antibalas, cinco vehículos, teléfonos móviles y 45.240 euros en efectivo.
