jueves. 28.03.2024
Aula. Fotografía de familia
Aula. Fotografía de familia

162.568 estudiantes de la región, es decir el 68,47% de los del sistema escolar obligatorio, cursa la materia en la comunidad

En reunión mantenida en Tordesillas, los delegados diocesanos de enseñanza de Castilla y León han analizado la nueva situación en la que se encuentra la enseñanza de religión en el modelo escolar constatando que, aunque la LOMLOE se ha incorporado a los centros educativos con más dudas que certezas, la respuesta de las familias a la oferta del área de religión sigue siendo buena en el conjunto del territorio regional.

Pese al notable rechazo social que generó la llamada Ley Celaa, y que en algunas comunidades autónomas ha producido un evidente deterioro en la enseñanza de religión, los responsables de educación en las diócesis reconocen que el diálogo permanente con la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León ha permitido mantener prácticamente la misma carga lectiva de la asignatura en todos los niveles y avanzar en la búsqueda de un modelo de respeto hacia la efectiva libertad de elección de las familias y de la normalización progresiva del estatus del profesorado de religión.

Respecto a los datos obtenidos del estudio realizado en prácticamente la totalidad de los colegios públicos, concertados y privados de Castilla y León, los delegados indican que 162.568 alumnos, es decir el 68,47% del alumnado del sistema escolar obligatorio, cursa el área de Religión. Por niveles se distribuye de la siguiente manera:

  • Educación Infantil: De un total de 44.759 alumnos, 29.626 se matricularon en el área de Religión y moral católica. El alumnado de Religión representa el 66´19%.
  • Educación Primaria: De un total de 112.530 alumnos, 78.498 se matricularon en el área de Religión y moral católica. El alumnado de Religión representa el 69,75%.
  • Educación Secundaria: De un total de 80.247 alumnos, 54.534 se matricularon en el área de Religión y moral católica. El alumnado de religión representa el 67,95%.

Por su parte, la enseñanza de religión en bachillerato se ofrece solo en el primer curso junto a otras optativas y ha sido elegida por 6.505 alumnos, de un total de 15.660 alumnos, situación que, aunque arroja un porcentaje inferior al de los niveles obligatorios, los delegados valoran positivamente por el formato en el que se ofrece el área en los centros de Castilla y León: cuatro áreas, entre las que se encuentra la de Religión, a elegir una.

Son cifras que están más de once puntos por encima de la media nacional y que los delegados diocesanos valoran satisfactoriamente, aunque no cabe duda de que se ha producido una disminución porcentual de matriculación que responde a razones sociológicas y, como no podía ser de otra manera, a una mala solución legislativa por la excesiva politización de la enseñanza de la religión que en poco ayuda a su definitiva normalización. En este sentido, una vez más, los delegados diocesanos invitan a los diferentes actores de las administraciones educativas a buscar soluciones en los modelos escolares europeos que, en la gran mayoría de los casos, integran perfectamente la asignatura en el sistema escolar.

El número de alumnos matriculados en Religión en Castilla y León se sitúa once puntos...