Mayor educación, participación social y visión transfronteriza: la carta a los Reyes Magos de la Federación de Patrimonio de CyL

La Federación de Patrimonio de Castilla y León ha abordado los principales desafíos que marcarán el futuro a medio y largo plazo, con la inminente Ley de Patrimonio
Aceñas de Gijón. Foto Hispania Nostra
photo_camera Aceñas de Gijón. Foto Hispania Nostra

La Federación de Patrimonio de Castilla y León ha escrito su Carta de los Reyes Magos para pedir a sus majestades que se incluya la participación ciudadana de los colectivos sociales en la futura Ley de Patrimonio Cultural de Castilla y León en cuyo anteproyecto "no hay ninguna mención, pese a que el Convenio de Faro de la Unión Europea lo marca y lo ha ratificado el Gobierno de España en 2022".

En la misiva, la Federación aborda "con preocupación ante el futuro" los desafíos que marcarán el futuro a medio y largo plazo, con la inminente Ley de Patrimonio.

El anteproyecto de la Ley de Patrimonio de Castilla y León no determina de qué manera estará presente la sociedad civil en la defensa, participación, colaboración y gestión patrimonial. Son muchas las asociaciones, plataformas, colectivos y entidades, que desde una labor altruista trabajan en beneficio del patrimonio regional desde diferentes escalas. Pedimos por ello, que sea tenido en cuenta el Convenio de Faro, que corresponde al Convenio Marco del Consejo de Europa sobre el Valor del Patrimonio Cultural para la Sociedad. España aprobó su adhesión en 2022 al citado convenio, que ampara y proyecta la participación social y la educación patrimonial como herramientas de pleno derecho de la ciudadanía de los países adheridos.

Por ello, os desde la Federación solicitan que desde la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León, todavía se pueda enmendar la omisión de los elementos recogidos en el citado tratado, que permitirían a la sociedad castellano leonesa una mayor cuota participativa en la gestión patrimonial.

De la misma manera instan a una mayor nitidez y concreción en la futura Ley de Patrimonio en todo lo que atañe a la participación ciudadana en torno a ella. Por supuesto, un impulso definitivo para que la Educación Patrimonial no se circunscriba solamente a la educación obligatoria. Es necesario definir herramientas educativas que permitan una mayor adhesión de la población castellano leonesa en la percepción del patrimonio, tanto material como inmaterial, como el producto de la suma de sensibilidades, espiritualidades, contextos y vivencias, desde una percepción intergeneracional.

La Federación también pide una mayor amplitud de recursos y herramientas, como la implementación del Observatorio del Patrimonio de Castilla y León, así como una sensibilidad más profunda con los territorios más despoblados, y la dificultad que entraña ese déficit demográfico en la defensa patrimonial.

Por último, también solicitan que se incremente una visión transfronteriza de la gestión patrimonial, con las herramientas legales de cooperación con nuestro país vecino, Portugal, especialmente en lo referente a los paisajes y recursos compartidos.

Una peticiones que, aseguran, son viables y revierten en la mejora de la gestión patrimonial de nuestra región. Podríamos pedir más cosas, pero volveremos a contactarles el próximo año, deseando un trabajo fructífero repartiendo ilusiones y deseos en Castilla y León.

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