No se tomará ninguna medida en relación con la desescalada en Castilla y León hasta después de Semana Santa, aunque los datos epidemiológicos así lo aconsejen. Así de rotundo se mostró el vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.
Francisco Igea aseguró que en el Consejo Extraordinario del próximo lunes "no se tomarán nuevas medidas" por recomendación del Consejo Interterritorial, que aconseja no cambiar los niveles de alarma hasta que pase la Semana Santa.
Aunque a principios de marzo, tanto Igea como la consejera de Sanidad, Verónica Casado, anunciaron que la comunidad mantendría las medidas restrictivas de nivel 4 hasta que la ocupación de la UCI en los hospitales se reduzca al 35%, la Semana Santa y el cierre perimetral de todas las comunidades aprobado en el Consejo Interterritorial de ayer llevan a la Junta a dar marcha atrás.
Igea compareció aquel día ante los medios de comunicación para asegurar que tras esa bajada de la ocupación UCI, cada dos semanas se seguiría avanzando en la desescalada siempre y cuando las provincias tengan una saturación de camas de unidades de críticos por debajo del 25%.
Sin embargo, la llegada del Puente de San José, la Semana Santa y la cepa británica de coronavirus aconsejan parar la desescalada hasta que finalicen las fiestas religiosas, que se celebrarán sin procesiones ni actos multitudinarios.
