En 2023, un total de 1.806 personas fallecieron en siniestros de tráfico en España, con un incremento del 3% respecto al año anterior. En Castilla y León, las cifras de siniestralidad vial se presenta con 167 accidente, siendo la tercera Comunidad de España con mayor número de siniestros, lo que reflejan la urgencia de implementar medidas de seguridad efectivas, ya que el aumento de desplazamientos ha contribuido a un mayor riesgo en las carreteras.
El informe del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, destaca que el 71% de los fallecidos ocurrieron en vías interurbanas, siendo un 80% de las muertes en vías urbanas de personas vulnerables, como peatones y ciclistas. La región ha visto un aumento en el número de heridos graves, lo que resalta la necesidad de una mayor atención en la seguridad vial.
Las principales causas de los siniestros mortales son la conducción distraída, el consumo de alcohol y el exceso de velocidad, factores que requieren un enfoque más riguroso en la educación y la concienciación de los conductores. En Castilla y León, el 18% de los fallecidos no utilizaban dispositivos de seguridad, lo que subraya la importancia de promover su uso.
El Consejo Superior de Tráfico y Seguridad Vial ha presentado un Plan de actuación 2024-2025 que incluye medidas específicas para la mejora de la seguridad vial en la región. Entre las iniciativas se encuentran la modificación de los cursos de obtención de permisos de conducción y la regulación de la conducción segura, con el objetivo de reducir la siniestralidad en las carreteras de Castilla y León.
