El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, y el presidente de la ‘Tax Foundation’, Scott Hodge, han mantenido un encuentro hoy en la sede de la Consejería de Economía y Hacienda en una reunión de trabajo en la que el presidente de la ‘Tax Foundation’ ha destacado el importante avance en 2021 de la competitividad fiscal de Castilla y León, que escala siete puestos en un solo ejercicio económico.
En concreto, el Índice Autonómico de Competitividad Fiscal (IACF) -que elabora la ‘United States Tax Foundation’ en colaboración con La Fundación para el Avance de la Libertad-, reconoce el importante esfuerzo realizado por la Comunidad para mejorar su competitividad fiscal, situándose en el ranking como la cuarta comunidad autónoma, la tercera de Régimen Común, con los impuestos más reducidos, sólo por detrás de Madrid, País Vasco y Canarias.
Una política fiscal acertada
Esta posición se debe a que Castilla y León tiene 21 deducciones autonómicas en el IRPF y cuenta con la segunda tarifa autonómica más baja de España. Además, ofrece las mejores ventajas fiscales de todas las comunidades autónomas para la natalidad y la familia y está entre las tres primeras autonomías con la fiscalidad más favorable para el mundo rural, el emprendimiento, jóvenes, y el patrimonio histórico, la sostenibilidad y la I+D+i. Todo ello le permite posicionarse en la cuarta posición dentro de este Índice Autonómico de Competitividad Fiscal.
Esta mejora de la competitividad fiscal de Castilla y León se produce, entre otros aspectos, gracias a la reciente bonificación del 99 % del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones entre familiares directos de la Junta de Castilla y León, lo que está incentivando el consumo y a la inversión. En tan solo tres meses y medio desde la entrada en vigor de la bonificación, 6.131 castellanos y leoneses se han ahorrado más de 57 millones de euros en el impuesto sobre donaciones y se han movilizado 390 millones de euros.