Casi una Leyenda
La cucaña
Hace poco más de diez días subía al escenario Agustín García Calvo dentro del ciclo "Días de teatro" que se le ha dedicado en el Principal de Zamora, cercano ya el primer aniversario de su fallecimiento.
En la voz de Contra Tiempo Teatro, en sus gestos y en sus pasos y diagonales trazadas sobre las tablas, planteaba el dramaturgo una severa reflexión sobre la competitividad en la que somos adoctrinados. Sólo quien consigue trepar a lo más alto de la gran cucaña, sólo quien es mejor que los demás, consigue el gallo de oro y ve recompensada así toda una vida de preparación y entrenamiento. El afortunado vestirá los colores de la Nación, será el orgullo y la bandera de una sociedad deshumanizada que empuja a sus miembros al combate e hinca las rodillas ante el dinero, el éxito, el poder y la televisión.
Quien cae en el camino, quien no puede, quien resbala en la cucaña, no llega o no tiene, se queda atrás, se pisa, se aparta, desaparece, no existe: game over.