Vecinos de Benavente denuncian el abandono de la ciudad y exigen a la alcaldesa un cambio de rumbo

Un grupo de ciudadanos de Benavente ha remitido una carta abierta a la alcaldesa del municipio para expresar su “profunda preocupación” por la decadencia que, aseguran, atraviesa la ciudad.

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Los vecinos piden a la alcaldesa que mire al futuro con compromiso: “Benavente se nos muere”

“Benavente está perdiendo su pulso”. Así comienza la carta que un grupo de vecinos ha dirigido a la alcaldesa del municipio, denunciando una situación que califican de “deterioro generalizado” y reclamando medidas urgentes para revertir el abandono que, a su juicio, sufre la ciudad.

Los firmantes del escrito, presentado como una carta abierta, alertan del éxodo juvenil, el cierre de tiendas, la falta de oportunidades empresariales y la inacción institucional. “Los jóvenes se marchan, las tiendas cierran, las empresas no encuentran incentivos para instalarse y el futuro parece cada vez más lejano”, exponen. La misiva apela directamente a la alcaldesa, recordándole que el cargo tiene fecha de caducidad, pero las consecuencias de la gestión municipal perduran en el tiempo: “Cuando llegue el momento de retirarse, ¿qué quedará? ¿Una ciudad vacía, sin comercio, sin servicios básicos ni alegría?”

Entre las principales críticas destacan la falta de mantenimiento urbano y el incumplimiento de normativas municipales. “Las calles están sucias, descuidadas. Las quejas y propuestas vecinales no son escuchadas. Las fincas no se limpian, ni por los vecinos ni por el Ayuntamiento, a pesar de lo que se publica en los bandos”, denuncian. Acusan además una desconexión entre la gestión institucional y las verdaderas necesidades de la ciudadanía.

Los vecinos reconocen la profusión de eventos y actividades lúdicas en el municipio, pero cuestionan su efectividad para fijar población o resolver los problemas estructurales: “¿De verdad se quedarán [los jóvenes] por tener una verbena anual o un castillo hinchable, o lo harán si encuentran aquí trabajo, desarrollo y dignidad?”, se preguntan.

También hacen referencia a la parálisis de proyectos clave como la Ciudad Deportiva, cuyas instalaciones “están abandonadas, con el césped convertido en secarral y la maleza ganando terreno”, según denuncian.

La carta pone el foco igualmente en la dificultad para atraer nuevas empresas, debido a la excesiva burocracia, la presión fiscal y la falta de apoyo institucional. “Sin empleo no hay ocio, ni restaurantes reconocidos, ni cine, ni oportunidades para formar una vida plena aquí”, argumentan.

El texto concluye con un llamamiento directo: “Le pedimos que mire más allá del presente. Que actúe desde la visión de futuro y el compromiso con quienes aquí vivimos. Que convierta a Benavente en un lugar donde se pueda construir, no solo recordar. Es ahora o nunca”.

Estimada Alcaldesa,

Nos dirigimos a usted como vecinos profundamente preocupados por el deterioro de nuestra ciudad. Benavente, que debería ser un lugar de oportunidades y vida, está perdiendo su pulso. Los jóvenes se marchan, las tiendas cierran, las empresas no encuentran incentivos para instalarse, y el futuro parece cada vez más lejano.

Usted tiene el poder y la oportunidad de cambiar esta trayectoria. Sabemos que el cargo no es eterno —cuatro años pasan rápido— pero Benavente sigue siendo el hogar para muchos durante décadas. Cuando llegue el momento de retirarse, ¿qué quedará? ¿Una ciudad vacía, sin comercio, sin servicios básicos ni alegría? ¿Sin hijos ni hijas cerca, porque buscaron fuera lo que aquí no encontraron?

Las calles están sucias, descuidadas. Las quejas y propuestas vecinales no son escuchadas ni consideradas. Se incumplen las propias normativas municipales: las fincas no se limpian, ni por los vecinos ni por el Ayuntamiento, a pesar de lo que se publica en los bandos. La dejadez se ha convertido en rutina, mientras que las promesas de mejora quedan en papel mojado.

Eso sí, no faltan eventos: conciertos, hinchables y celebraciones. Pero nos preguntamos, ¿qué valdrá todo eso dentro de 10 años para nuestros jóvenes? ¿De verdad se quedarán por tener una verbena anual o un castillo hinchable, o lo harán si encuentran aquí trabajo, desarrollo y dignidad?

Y si los jóvenes se van, ¿quién continuará con nuestras tradiciones? ¿Quién organizará nuestras fiestas populares, mantendrá nuestras costumbres vivas o cuidará la identidad que hace a Benavente única? Sin relevo generacional, lo que hoy celebramos, mañana será solo un recuerdo.

La Ciudad Deportiva, prometida hace años, sigue sin avances. Las instalaciones están abandonadas, con el césped convertido en secarral y la maleza ganando terreno. Piscinas, pabellones y espacios públicos que podrían ser símbolo de vida comunitaria han sido relegados al olvido.

Las empresas que desean instalarse se enfrentan a burocracia, impuestos y falta de facilidades. En lugar de atraer inversión, pareciera que se les empuja a mirar a otro lado. Sin empresas grandes, no hay empleo, y sin empleo no hay ocio, ni restaurantes reconocidos, ni un cine, ni oportunidades para formar una vida plena aquí.

Le pedimos que mire más allá del presente. Que actúe desde la visión de futuro y el compromiso con quienes aquí vivimos. Que convierta a Benavente en un lugar donde se pueda construir, no solo recordar. Es ahora o nunca.

Un saludo

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