Según la formación política, esta situación no es un incidente aislado, sino un reflejo de una crisis estructural en la gestión sanitaria de la Junta de Castilla y León que amenaza con desmantelar la atención sanitaria en la Comunidad Autónoma.
La gravedad de la situación fue evidenciada el pasado mes de julio, cuando el sindicato CCOO denunció irregularidades en la práctica clínica de varios profesionales que prestan servicios en el Punto de Atención Continuada de Benavente. Izquierda Unida había advertido previamente a la Junta sobre los problemas que podrían surgir al contratar médicos sin la formación de Médico Interno Residente (MIR), quienes además operaban sin la supervisión adecuada debido a limitaciones logísticas.
De acuerdo con CCOO, los médicos sin especialidad están implicados en prácticas preocupantes, como la falta de registro de órdenes de tratamiento, la prescripción inapropiada, y el uso irregular de videollamadas, en las que se solicitaba a los profesionales de enfermería que realizaran consultas no regladas con pacientes en sus domicilios, evitando el desplazamiento del médico. Estas prácticas, señala Izquierda Unida, ponen en riesgo la salud de los pacientes y generan un entorno de trabajo inseguro para el personal de enfermería, quienes se ven obligados a operar fuera de las guías clínicas oficiales, añadiendo una carga de estrés adicional.
Izquierda Unida subraya que "estas prácticas suponen un riesgo inminente para la salud de los pacientes del Punto de Atención Continuada de Benavente", y exige que la Junta de Castilla y León tome medidas inmediatas para investigar y corregir estas irregularidades. La formación alerta que la falta de adherencia a las guías clínicas y la improvisación en la atención pueden derivar en errores médicos graves y consecuencias peligrosas para los pacientes.
Además de los problemas en la atención continuada, Izquierda Unida denuncia una reducción dramática en la frecuencia de consultas en el Centro de Especialidades de Benavente, que en algunas especialidades ha alcanzado hasta un 80%. Servicios esenciales como Urología han pasado de ofrecer consultas diarias a solo una vez por semana, mientras que Ginecología, que antes atendía dos veces al día, ahora solo lo hace una vez por semana. Otras especialidades críticas, como Cirugía y Rehabilitación, también han visto una reducción significativa en la frecuencia de atención, obligando a muchos pacientes a desplazarse hasta Zamora para recibir el tratamiento necesario.
Este colapso en la atención sanitaria ha resultado en un incremento alarmante de las listas de espera, que en especialidades como Oftalmología y Traumatología ya superan los 12 meses, y ha generado una situación insostenible para el personal médico y de enfermería, que trabaja bajo condiciones de sobrecarga y estrés extremo.
Ante este panorama, Izquierda Unida de Benavente considera intolerable que la Junta de Castilla y León continúe ignorando las reiteradas denuncias sobre el deterioro del sistema sanitario en la región. La formación exige la implementación inmediata de inspecciones y controles rigurosos en los servicios del Centro de Especialidades para garantizar la seguridad y la calidad en la atención a los pacientes.
Asimismo, Izquierda Unida hace un llamado a la Junta para que asuma su responsabilidad en la crisis sanitaria y aumente los recursos destinados a cubrir las plazas de difícil cobertura, evitando que la falta de profesionales especializados siga poniendo en peligro la salud de los ciudadanos.
Finalmente, Izquierda Unida solicita la depuración de responsabilidades en la gestión sanitaria de Castilla y León, calificando de inaceptable la inacción y la falta de planificación que han llevado a esta situación crítica, mientras los ciudadanos de Benavente y de toda la Comunidad Autónoma sufren las consecuencias de una administración que no prioriza la salud pública.