Los zamoranos y su afición disfrutaron con el mejor equipo de España y uno de los cuatro mejores de Europa, que dio un recital de balonmano en la pista del Ángel Nieto y no permitió mucha igualdad al equipo zamorano, que dio siempre la cara pese a la distancia en el electrónico.
Ambiente de gala, momento excepcional y el espíritu de Viriato encarnado en unos jugadores verde pistacho que querían disfrutar y dar la cara ante el, posiblemente, mejor equipo del mundo. Ingredientes excepcionales para que un abarrotado pabellón disfrutara con la exhibición del Barcelona ante un MMT Seguros que aguantó los primeros compases del partido.
Golpeó primero el equipo zamorano aunque, en el siguiente ataque pusieron las tablas los blaugrana. Volvió a adelantarse el equipo zamorano y, con el empate a dos llegó la última igualada de los zamoranos que asistieron, como espectadores de lujo, al sensacional partido de los visitantes, sin fallo en el lanzamiento hasta el minuto 23 de encuentro.
Pudo dar un nuevo susto el MMT Seguros cuando Andrés robó un balón con 3-4 en el marcador y los colegiados anulaban el gol de Diego Reyes por falta en ataque. Y a partir de ahí gol tras gol de los Rutenka, Gurbindo, Morros, Noddesbo, Entrerrios o Lazarov; y parada tras para de Gonzalo Pérez de Vargas, los blaugrana fueron finiquitando un partido en el que los zamoranos sólo podían disfrutar sobre la cancha. El descanso dejó el 8-24 en el electrónico.
En la segunda mitad, el equipo blaugrana sacó al resto de su artillería, la más esperada en Zamora. Karabatic, Sigurdsson y Victor Tomás coparon los primeros minutos de la segunda mitad e hicieron las delicias del público mientras por parte local, con los minutos muy repartidos, los pistacho dejaban grandes muestras de calidad. Para el recuerdo del aficioando quedarán el gol de rosca de Ceballos, jugadas imparables de Guille o un gran partido de Andrés en el pivote.
La ventaja poco a poco se fue aumentando mientras en el lado local entraba Carlos Catanas, que dejaría dos buenas paradas para el recuerdo, y Jortos se convertía en el gran estilete de los zamoranos, recuperando sensaciones ofensivas después de sus últimos grandes partidos en defensa. Al final del día, después del sueño de jugar contra el Barça, el alirón de los catalanes, ya campeones de liga, el aplauso real a los zamoranos, los Guerreros de Viriato que ilusionan cada día a su grada y el marcador final de 19-45, diferencia entre un equipo que lucha por salvar la categoría y otro que domina con autoridad la liga española.