El chileno sufrió un golpe en el primer minuto de partido y, pocas jugadas después, tenía que abandonar el partido. Aunque le vendaron la rodilla por un golpe, los dolores no remitieron y el pivote jugó todo el partido cojo.
No quiso abandonar a sus compañeros y aunque cada vez que tenía que correr sufría porque no podía apoyarse en su rodilla maltrecha, Salians aguantó hasta el final del partido dando el máximo en las dos áreas. El chileno sabía de la importancia de este partido y se fajó como de costumbre pese a tener que cojear en varias de las acciones.
Al final, y antes de llegar al tunel de vestuarios, Salinas se colocó hielo sobre la rodilla que se mostraba dolorida por el golpe. Los servicios médicos creen que únicamente es un fuerte traumatismo, pero no descartan que eixsta una rotura de fibras.