El Rutas del Vino no consiguió mostrar su mejor versión hasta la segunda mitad pero fue suficiente para irse distanciando del colista y acabar ganando con facilidad para sumar dos puntos vitales para la lucha por la salvación (31-22).
Llegaba el colista al Ángel Nieto en un partido vital para el Balonmano Zamora que la pasada semana quemó sus opciones de luchar por estar en el grupo de arriba y deberá dirigir, desde ahora, sus esfuerzos en eludir el descenso. Y es que estos partidos y sus resultados son válidos para la segunda fase donde cada victoria será clave para mantenerse un año más en la categoría.
Sorprendió Margareto con el equipo titular con Aravena defendiendo en el dos y con la inclusión de Jortos en el otro lateral y los zamoranos desde el inicio se mostraron superiores a un Tragaparán con mucho corazón pero bastante justo para la categoría. Y eso que los zamoranos no comenzaron bien, con errores no forzados y con poco acierto en el tiro, especialmente por parte de un Jaime Gonzalez que llegaba a las posiciones de tiro y se chocaba con la madera o con el cancerbero visitante.
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El Tragaparán no era capaz de encontrar huecos en la defensa zamorana y sus lanzamientos exteriores se chocaban con el oso Mendieta en portería y sólo iba manteniéndose en partido por dos defensas interiores de los zamoranos que acabaron en siete metros, una especialidad en la que sí que estuvo muy acertado el cuadro vasco.
Lo mejor para los zamoranos es que todo el equipo era capaz de anotar en ataque y los ataques elaborados del cuadro de Margareto se acaban desde el extremo, primera línea o contactando con el pivote.
Los pistacho, con un partido en el que no acaban de encontrar el ritmo, lograban las primeras rentas del partido (9-7) pero con una sensación de no tener controlado el partido. Nacho Suárez, en el cuadro visitante, infalible desde los siete metros, era el encargado de mantener a los vascos en el partido mientras abusaban del lanzamiento exterior.
Sin lograr sacar su mejor versión, el cuadro zamorano logró irse al túnel de vestuarios con cuatro goles de ventaja, la máxima del encuentro (15-11).
Sin embargo, en el segundo tiempo todo funcionó mejor y el Balonmano Zamora encontró la fluidez en el juego en ataque, especialmente con Aravena y Samudio, aunque, de nuevo, todo el equipo anotó y subió un par de niveles en defensa para incomodar más aún al ataque vasco.
En los primeros 10 minutos del segundo tiempo el cuadro zamorano rompió completamente el partido con un gol de Diego Sherman que puso el 23-16 con el que los zamoranos se aseguraron el partido.
El segundo tiempo permitió a Margareto dar oportunidades a jugadores de la cantera como Guarido, que anteriormente había salido a intentar parar un siete metros, Dela o Magariño con el partido totalmente decidido para los intereses zamoranos (31-22).