Los pistacho fueron a remolque gran parte del partido, sin permitir que Ciudad Encantada es escapara y finalmente, con una gran defensa, tuvieron bola para ganar el partido aunque la última posesión fue para un equipo conquense que tuvo que firmar tablas con los zamoranos.
La caldera del Ángel Nieto a rebosar, con el cartel de no hay billetes, con hordas de zamoranos envalentonados dispuestos a empujar a los suyos, comandados por Luis Posado, que cambió el parquet por el bombo y dirigió a los 2.000 aficionados.
Salinas tras el banquillo, empujando como uno más, levántándose como si intentara salir al campo, ponerse en el pivote y dar descanso a un sensacional Andrés que supo dar lo mejor de sí en las dos partes del campo, cerrando la defensa con la ayuda de Fernando y Miranda, y sumando goles importantes en ataque cuando le llegaba la bola.
No fue el inicio soñado por el MMT Seguros, que cometía demasiados fallos en los primeros minutos, fruto de los nervios y las ganas de hacerlo bien, y permitía a Ciudad Encantada correr y ponerse por delante. Le costó algo más de diez minutos ajustar a los zamoranos, sobre todo en ataque, y en cuanto lo lograron, los visitantes empezaron a sumar a cuentagotas y los zamoranos llegaron a descanso únicamente uno abajo.
En la segunda mitad, hubo pequeños momentos de zozobra, pese a que el nivel general fue mejor por parte de ambos conjuntos. Un partido a cara de perro, con balones peleados hasta la extenuación y sin dar ninguno de ellos su brazo a torcer. Balonmano Zamora fue gran parte del partido uno o dos goles abajo, pero llegó a mandar en el partido cuando quedaban cinco minutos.
La igualdad fue la tónica hasta el final, cuando con un minuto por disputarse, MMT Seguros jugó su última superioridad y a punto estuvo de volver a lograr una victoria épica cuando la bola casi llega a Reyes. Tocó sufrir y defender apretando los dientes y Jortos, inconmensurable todo el partido, sacó una falta en ataque que valía un punto para seguir optando a la salvación.