El Ángel Nieto se rinde a Jortos y a la épica victoria del MMT Seguros

Un gol con el reloj a cero de Jortos le dio la primera victoria en su feudo a un MMT Seguros Balonmano Zamora que durante gran parte del encuentro fue por delante pero que vio como en los minutos finales la victoria pudo irse hasta Navarra.

Histórica primera victoria en casa en Asobal para el MMT Seguros Balonmano Zamora que, con 24-24 en el marcador, tuvo la última posesión para poder marcar el gol de la victoria y, sobre la bocina, un latigazo de Jortos mientras caia al suelo le otorgaba los dos puntos que dejan al equipo zamorano en la cuarta posición en la tabla, en posiciones europeas.

El equipo de Eduardo García Valiente tenía muy claro el papel a desempeñar en el encuentro y eso pasaba por ser fieles a si mismos y remendar los errores de los anteriores partidos. Ni tuvieron el inicio bloqueado del partido ante Ademar, ni fueron a remolque como en Zaragoza, por lo que Anaitasuna conoció, desde el inicio, el infierno pistacho.

Los zamoranos impusieron su durísima defensa 3-3 y consiguieron ver puerta con facilidad en la primera mitad, guiados por un gran Octavio que encontraba a Salinas y a los extremos, lo que hacía muy complicado el trabajo a los navarros que luchaban por no permitir una gran renta zamorana.

Al tiempo de descanso se llegó con un 13-11 en el electrónico, y las opciones intactas para ambos equipos pese a que la sensación era que, en alguna de las superioridades de las que gozaban los zamoranos, se podía romper el encuentro. Así parecio ser cuando en el segundo tiempo la renta se escapó hasta los cuatro goles a favor de los de Eduardo García Valiente, pero los navarros tuvieron ahí su punto de inflexión y gracias a la defensa 5-1 se acercaron hasta igualar el partido.

Las fuerzas comenzaron a fallar en las filas pistacho que veían como Anaitasuna se adelantaba en el electrónico y parecía repetir el final de Ademar, llevándose la victoria por la mínima, pero el Ángel Nieto empujó entonces a los suyos hasta la orilla, para llegar allí vivos o moribundos.

Y allí, cerca de la orilla emergió la figura de Alberto Miranda, que había hecho una primera parte excepcional y que volvía a ponerse en el camino entre la bola y la red, dejando el empate a 24 a falta de menos de un minuto. Y entonces la pizarra de Edu, el trabajo colosal de Salinas, la imaginación de Octavio y el brazo de Jortos crearon el gol de la primera victoria en casa.

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