La falta de acierto, especialmente en el tercer cuarto, condena a un Quesos El Pastor que cuajó un buen último periodo pero insuficiente para poder apretar un partido que deja a las naranjas con una situación muy complicada antes del parón y que hace vital el encuentro en tierras canarias(57-80).
Quesos El Pastor arrancó el partido de manera espectacular especialmente sustentadas por Abbie Wolf que con dos rebotes que convirtió en canasta obligó a Gernika a parar el partido a los cinco minutos porque Zamarat se escapaba en el marcador (10-4). Sin embargo el parón de partido le funiconó perfectamente a la escuadra vasca que aprovechó que el Zamarat se había cargado ya con cuatro faltas y pudo entrar con mayor facilidad para darle la vuelta al partido en apenas un par de minutos (12-15). Una canasta de Policari y un triple casi sobre la bocina de Lizarazu mantuvieron a las naranjas en partido ya que el equipo de Fran García, al que los colegiados señalaron técnica encajaban con facilidad.
El conjunto zamorano se mostró muy enfadado con el arbitraje del primer periodo, especialmente cuando llevaban cinco faltas en contra y ninguna a favor, un arbitraje que siguió enfadando al banquillo y a los aficionados de la grada (directivos y algún voluntario necesario para el partido). A Quesos El Pastor le costó casi cuatro minutos meter su primera canasta del segundo periodo pero tampoco lo aprovechó la escuadra de Gernika para romper el marcador (19-26). La intensidad defensiva de Gernika, con la impunidad arbitral que seguía penalizando al Zamarat (8 faltas señaladas por 2 de las vascas a tres minutos para el descanso) comenzó a imponerse por las dificultades naranjas para anotar (19-28).
GALERÍA DE IMÁGENES ( MARCOS VICENTE)
Gidden rompió la sequía con una buena canasta pero Laura Cornelius, ex del Zamarat, contestó con un triple y elevó la diferencia a los diez puntos (21-31). Dos errores no forzados de las zamoranas, primero pisando fuera al recibir la bola y después al escapársele entre las piernas un balón a Lizarazu, permitieron a Gernika abrir más aún la brecha e irse al descanso con una cómoda ventaja que ponía cuesta arriba el partido a las naranjas (25-39).
En el inicio del tercer cuarto las zamoranas seguían chocándose con la defensa de Gernika, agotando las posesiones y teniendo que finalizar con malas selecciones de tiro que impedían que, por el momento, llegara la remontada naranja. Al igual que en el inicio del primero y el segundo cuarto, Gernika no carburaba tampoco en la arrancada del tercero lo que permitía que la ventaja no se moviera (29-43).
Roundtree y Nogaye Lo empezaron a hacer de las suyas y Rosó Buch se inventó una jugada de escándalo en suspensión casi sin espacio para que la renta, a cinco minutos para el final del tercer periodo se disparara (29-54). Habían sido dos minutos fatídicos, con un tiempo muerto de Fran García en medio que no sirvió para parar una sangría zamorana que únicamente había podido anotar cuatro puntos en seis minutos y que veía como Gernika llevaba ya 15.
Apostó Quesos El Pastor por una zona para romper el ritmo de Gernika y el primer ataque acabó con zona de las vascas pero las jugadoras zamoranas seguían negadas en ataque y no podían anotar en ese ataque, por pérdida, ni al siguiente, al comerse la posesión.
La baja de Amy Okonkwo, que sigue sin poder estar con sus compañeras, sigue lastrando a las zamoranas que sufrían bajo el aro y vieron reducido su poderío reboteador. Con 29-58 en el marcador y Gernika doblando a la escuadra quesera, Marina Lizarazu, la máxima anotadora naranja, rompió la sequía anotadora con dos tiros libres y una canasta posterior que junto a la canasta de Prezelj recortaron algo la diferencia (35-60).
En el último cuarto de vio la mejor versión zamorana, quizá demasiado tarde para poder soñar con algo pero el cuadro de Fran García bajó la diferencia en los primeros dos minutos hasta los veinte puntos (42-62). Con un triple de Elisa Policari (45-64) soñaron las zamoranas porque todavía quedaba mucho cuarto por delante pero la reacción no fue suficiente por la abultada ventaja de Gernika que seguía haciendo daño con el rebote.
Lizarazu, que se fue casi a los 20 puntos, con la ayuda de Vivians, que apareció en el final del tercer periodo y en el inicio del cuarto, fueron los mayores sustentos de las zamoranas pero insuficientes para un equipo que sabe que su guerra empieza en dos semanas, tras el parón, en tierras canarias, donde necesita ganar para seguir con opciones de salvación (57-80).
