
Grandioso Zamora Enamora. Los de Saulo Hernández viajaban este domingo al Levante con la vista puesta en un partido crucial que debían sacar sí o sí para conseguir el pase a cuartos de final y mantenerse así el Play Off de ascenso a la LEB Oro. Una 'lucha de titanes' que le llevó a enfrentarse en segunda vuelta ante un Maderas Sorli Benicarlo que no pudo hacer valer la ventaja de jugar en casa y que terminaba con victoria para los blanquiazules por 75-81.
El CB Zamora logró imponer desde el inicio su juego ante un Benicarlo incapaz de seguir el ritmo anotador de los visitantes. Ha sido en un partido de principio a fin comandado por los de Saulo que apenas dejaron oportunidades al conjunto castellonense más allá del tercer cuarto y los últimos minutos del encuentro.
Los primeros 15 minutos se saldaron con un resultado favorable a los zamoranos por 18-26 y gracias a las proezas de unos brillantes Moyer y Kalinicenko. Una situación que se mantuvo durante el segundo cuarto (35-44) que permitía hacer soñar a los de Saulo a medida que el cronómetro descontaba los minutos y se iba acercando al ecuador del encuentro.
El tercer cuarto fue el del 'susto' para un Zamora Enamora que ya se había habituado a rematar jugadas con un acierto casi perfecto y que le hacían perder los nueve puntos de ventaja con los que se marcharon al descanso. El Benicarlo comenzó a rascar puntos comandado por Libroia -con un ritmo anotador de 20 puntos en el conjunto del encuentro, casi a la altura del blanquiazul Moyer con 21- y Burgos Caballero, pero que no terminada de bastarles.
Conscientes de lo que se jugaban, el Zamora supo rearmarse para afrontar un cuarto decisivo en el que la igualdad se pudo sentir en los minutos finales con el conjunto local a escasos puntos. Un cuarto correoso en el que los de Bernicarlo confirmaban que no iba a ponérselo fácil a los de Saulo pese a su ventaja. Fue a falta de 15 segundos cuando un triple de Luke Moyer sentenció el encuentro para poner de nuevo las cartas sobre la mesa. El marcador apenas se movió en esos últimos segundos en un pabellón municipal que seguía arropando a los suyos pese a la sentencia del electrónico. Un único tanto se sumaría al marcador de los visitantes que confirmaban así el pase a la segunda ronda eliminatoria por 75-81. El sueño continúa.