Después de perder la final de la copa, el Aquimisa Laboratorios tenía una oportunidad de dar un golpe en la mesa, de demostrar ante un mítico que ha tenido nivel LEB Oro. Sin embargo, HLA Lucentum pareció superior en todas las fases del partido.
Ambos equipos saltaban a la pista acelerados, con nervios en ataque, que provocaba que en los primeros cinco minutos ninguno de los conjuntos apenas superara los seis puntos. Con Sango Niang empezando a echarse el equipo a la espalda y con los zamoranos presionando a pista entera, se llegaba al segundo periodo con igualdad.
El segundo cuarto se convertiría en una pesadilla para los de Saulo Hernández. Pérdidas de balón, fallos defensivos y un bloqueo enfrente del tablero provocaban un parcial de 0-9 para Lucentun. Pero frente a la experiencia alicantina se luchaba con corazón zamorano, y se llegaba al descanso 35-41.
En la vuelta de los vestuarios, los roles parecían cambiar, con un Aquimisa Laboratorios que sabía explotar los huecos defensivos de los valencianos. Pero pese a la garra local, en momentos puntuales parecía que se iba el partido. Cada triple sentaba como un mazazo a los de Saulo Hernández.
Daba la impresión de que al comienzo del último periodo el partido ya estaba perdido. Solo algún mate o alley oop de Namdi eran capaces de levantar al Ángel Nieto, hasta que por fin llegaba un rayo de esperanza, cuando a minuto y medio el CB Zamora se encontraba a siete puntos. No obstante, un triple visitante terminaba con el sufrimiento zamorano.
