Zamora pone música a su historia con visitas guiadas por rincones olvidados del casco antiguo

Las visitas musicalizadas 'Resonancias de la Urbs Zamoranensis' invitan a recorrer cuatro rincones poco transitados del casco histórico
Resonancias de la Urbs Zamoranensis
photo_camera Resonancias de la Urbs Zamoranensis

El casco histórico de la capital zamorana se convertirá en un escenario sonoro a cielo abierto con la propuesta “Resonancias de la Urbs Zamoranensis”, un recorrido guiado y acompañado de música en directo que fusiona patrimonio, urbanismo y arte sonoro. La iniciativa, presentada por la concejala de Cultura, María Eugenia Cabezas, reúne a la arquitecta y guía Bea Barrio y al Ensemble Semura Sonora —dirigido por Lucien Julien‑Laferrière e integrado, entre otros, por Clara Espinosa— para ofrecer tres pases idénticos este jueves, viernes y sábado (10, 11 y 12 de julio).

El punto de partida será la Plaza Antonio del Águila, detrás de la Catedral, y el itinerario continuará por la Plaza de Fray Diego De Deza, el Mirador de San Cipriano y la Plaza de la Leña, donde concluirá cada sesión tras aproximadamente dos horas de paseo. Barrio guiará a los asistentes a través de la historia urbanística de estos enclaves “residuales”, surgidos tras demoliciones o reconfiguraciones del casco antiguo, desvelando las capas de uso que conservaron durante siglos.

“Son espacios que pasamos de largo a diario, pero que encierran episodios decisivos de la ciudad”, explica la guía, quien defiende la necesidad de “hacerlos resonar otra vez” con ayuda de la música.

El acompañamiento sonoro corre a cargo de un cuarteto de ministriles —dos chirimías, sacabuche y bajón—, instrumentos habituales en celebraciones civiles y religiosas desde la Edad Media. El repertorio, seleccionado para dialogar con cada enclave, abarca piezas del Renacimiento y el Barroco compuestas o interpretadas en la propia Zamora o vinculadas a su vida cultural.

“Nuestro objetivo es que el público viaje con la vista y con el oído; la acústica de cada plaza ayudará a imaginar cómo sonaban hace cuatrocientos años”, señala Julien‑Laferrière, director artístico del ensemble. Al finalizar cada parada, los músicos responderán preguntas sobre los instrumentos históricos, favoreciendo la interacción.

Cada visita partirá a las 21.00 h para evitar el calor vespertino y aprovechar la luz del atardecer. La actividad es gratuita, aunque el aforo es limitado y se cubrirá por orden de llegada en el punto de encuentro. Tanto los zamoranos que deseen redescubrir su ciudad como los visitantes que busquen una experiencia diferente podrán sumarse a un solo pase, pues los contenidos serán los mismos en las tres fechas.

Si quieres sumergirte en esta mezcla de historia urbana y música antigua, basta con acudir a la Plaza Antonio del Águila con algo de antelación. Durante dos horas, las melodías de ministriles volverán a ser banda sonora de las piedras zamoranas y revelarán la memoria sonora de unos rincones que, tras años de silencio, recuperan su eco.

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