El telón aún no ha caído, pero el Teatro Principal de Zamora ya puede presumir de una primera mitad de año que ha rozado el lleno en lo artístico y en lo emocional. Desde enero hasta junio, el Principal ha sido mucho más que un espacio escénico: ha sido un campo de juego donde la cultura ha marcado goles en todas las disciplinas, y el público, una afición incansable que ha respondido con pasión y fidelidad.
La temporada arrancó fuerte, con propuestas como El cuarto de atrás y los conciertos desenfadados de la Banda de Música de Zamora. En febrero, el duende y la energía del Ciclo Flamenco elevaron la temperatura, mientras marzo desplegó una programación ecléctica, con estrenos, homenajes y festivales que reafirmaron el compromiso del teatro con la pluralidad cultural.
Abril trajo innovación sin perder de vista la tradición, con una programación centrada en la danza y el teatro contemporáneo. Mayo fue un mes festivalero por excelencia, con citas como el Festival Internacional de Títeres, el Ciclo Barrocadas y La Liturgia del vermú, que llenaron de vida todos los rincones del Principal. Y junio cerró el primer tramo del año con una producción propia, una residencia artística y un nuevo impulso flamenco.
Detrás de este calendario frenético hay una red de colaboraciones que ha hecho posible lo imposible: desde la Banda de Música y el Conservatorio Miguel Manzano hasta las escuelas de música y danza, sin olvidar las coproducciones con festivales como FACYL. El compromiso con la excelencia ha llevado al Principal a acoger obras reconocidas en galardones nacionales como los Premios MAX y los TALIA.
Pero lo más valioso, reconocen desde el propio teatro, ha sido la conexión con el público. “¡¡¡Cómo no te voy a querer!!!”, exclamaba la nota con un tono cómplice y futbolero, en un símil constante entre el teatro y un estadio en plena ebullición.
La temporada no ha dicho aún su última palabra. El jueves 3 de julio (20:30 h) llega Los Brutos, una obra que combina barrio y vocación, realidad y ficción, memoria e imaginación. Una historia coral que se desarrolla entre Aluche y una escuela de cine, con cinco actores que interpretan a múltiples personajes.
Y el broche llegará el domingo 27 de julio (20:30 h) con un duelo musical de altos vuelos dentro del festival LittleOpera Zamora. En un enfrentamiento entre genios, Mozart y Salieri medirán su arte con dos obras emblemáticas: El Empresario y Prima la musica e poi le parole. La batalla será sonora, las armas, la música; y el veredicto, en manos del público.