En la segunda parte de su visita pastoral al arciprestazgo de Sayago, el obispo de Zamora, D. Ángel, reflexionó profundamente sobre la realidad de los pueblos y parroquias que visitó, incluyendo Pereruela y sus alrededores.
El obispo expresó preocupación por lo que percibe como una "España abandonada", donde la comunidad enfrenta desafíos y dificultades crecientes. Usando la metáfora de la barca zarandeada por el viento y el mar, comparó la fragilidad de la vida humana con la fortaleza y presencia de Dios durante las tormentas. Su visita ha incluido las parroquias de Pueblica de Campean, Sobradillo de Palomares, Las Enillas, La Tuda, Arcillo, Sogo, San Román de los Infantes, Malillos-Cernecina y Pereruela.
Por último, monseñor Valera destacó la importancia de sentirse cuidado por Dios incluso en medio del sufrimiento y la incertidumbre. Concluyó animando a la comunidad a encontrar fuerza en su fe y a perseverar, confiando en que Jesús, presente en la Iglesia y entre ellos, los acompañará en su travesía hacia la paz y la esperanza.