Después de cincuenta y seis años de entrega, las cuatro Hermanas del Amor de Dios se despiden de una incansable labor en Alcañices. Un encuentro cargado de gratitud y reconocimiento acompañadas por el alcalde, David Carrión, y la concejala, Fernanda Fernández, para recibir un reconocimiento, ser honradas por su profunda contribución al bienestar de la región.
Desde su llegada en 1968, las Hermanas del Amor de Dios han sido pilares fundamentales en el tejido social de Alcañices, dedicando su vida al cuidado de los más vulnerables. Su presencia se ha extendido a través de múltiples facetas, desde su trabajo en la Residencia de la Tercera Edad hasta su labor en la educación, la catequesis y el apoyo a los enfermos.
El primer edil destacó la dedicación y el afecto con los han servido a los vecinos durante todos estos años. Su compromiso "ha sido fundamental para el desarrollo y el bienestar de nuestra comarca. Han dejado una huella imborrable en nuestras vidas y siempre las recordaremos con mucho afecto".
Por su parte, Fernández hizo hincapié en que "son un ejemplo de entrega y sacrificio. Nos han enseñado el valor de la solidaridad y del amor al prójimo. Su partida deja un gran vacío en nuestra comunidad, pero nos sentimos orgullosos de haberlas tenido entre nosotros". De esta forma, se marchan; se despiden de Aliste dejando tras de sí un legado de servicio y dedicación que perdurará en el recuerdo y en el corazón de todos los alistanos. Su partida marca el final de una era, pero su influencia positiva seguirá iluminando el camino de quienes tuvieron el privilegio de conocerlas.