Los hornos de Pereruela viajan hasta el restaurante OMERAKI de Chicote

El famoso chef ya conocía el arte de los alfareros de Pereruela y ha visitado la provincia en numerosas ocasiones con motivo de sus programas televisivos
Horno de barro de Pereruela en una de las instalaciones del restaurante OMERAKI de Alberto Chicote
photo_camera Horno de barro de Pereruela en una de las instalaciones del restaurante OMERAKI de Alberto Chicote

El incomparable sabor de los alimentos cocinados en uno de los hornos fabricados en Pereruela traspasa fronteras. La alfarería del municipio sayagués vive su resurgir tras una época de crisis y toma ahora impulso con el anuncio de Alberto Chicote que ha instalado en sus cocinas al primero de los "niños". 

De esta manera ha hecho alusión a la llegada del primer de los hornos que ha encargado, en este caso a la alfarería Rosa de Pereruela y que ya descansa en una de las instalaciones del restaurante OMERAKI. "1500 kilos de horno de barro zamorano que el reputado chef español ha definido como un sueño hecho realidad: "Desde el primer día de diseño quise contar con un juguete como este".

El chef, conocido por sus múltiples apariciones televisivas, conocía de sobra la fabricación en barro de Pereruela -cuna de los alfareros en nuestra provincia y que a día de hoy se mantiene con un considerable número de empresas abiertas-. De hecho, Chicote ha recorrido en varias ocasiones la provincia con motivo de la grabación de programas como "Pesadilla en la cocina" o "Te lo vas a comer". 

"Trabajar con leña, volver a los aromas de siempre, trabajar y adaptar las técnicas y las cocciones de origen con una cocina más actual y personal", ha asegurado Chicote, adelantando que este horno es sólo el primero de más que llegarán a completar la cocina del OMERAKI y que darán cabida a la elaboración de platos típicos dorados bajo el calor de la leña. No obstante, no se trata del único cocinero que posee una de estas joyas de la alfarería sayaguesa: Carlos Arguiñano también posee uno.

Toda una apuesta por la fabricación artesanal y por un oficio que, lejos de llegar a sus horas bajas, requiere de apoyos de esta magnitud para evidenciar el potencial de esta tierra y sus gentes, profesionales de los de antes que siguen apostando por productos de calidad. 

Cocina de antes para un restaurante de vanguardia. La combinación promete. 

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